El deporte vernáculo por excelencia trata de no levantar la mano y darse por rendido. Tras sendas reuniones telemáticas celebradas el lunes y el martes, tanto la Federación Regional de Lucha Canaria como sus respectivas delegaciones insulares acordaron aplazar una decisión definitiva sobre la suerte que correrá la temporada en curso. Así, se prevé un nuevo encuentro de los citados rectores para el día 26 de este mes, fecha en la que está fijada la finalización de la actual prórroga del estado de alerta a causa del Covid-19.

Con todos los indicios de que el confinamiento se prolongue al menos hasta el 12 de mayo, los dirigentes de la lucha canaria se ven cada vez más acogotados en su intención de concluir la presente temporada 19/20, tanto por fechas disponibles, así como por la inactividad de los luchadores y la delicada situación económica en la que seguramente queden buena parte de los equipos. En medio de esta tesitura hay competiciones de máximo nivel que están interrumpidas, como la Liga Regional de Primera, que no ha llegado ni a su ecuador, mientras que la de Segunda no ha podido ni arrancar. También queda pendiente el inicio del proceso electoral de las distintas federaciones, si bien la intención es que el mismo arranque durante el mes de mayo, por lo que los citados comicios no se realizarían hasta finales de verano.