El ERTE, por causa de fuerza mayor, al que se ha agarrado en un primer momento el CD Tenerife podría no ser el único al que recurra la entidad de Miguel Concepción dentro de un tiempo. Y es que una vez se deje atrás el estado de alarma y se levante el confinamiento, los clubes profesionales tienen la posibilidad de solicitar un nuevo expediente de regulación de empleo, en ese caso por causas organizativas, técnicas, económicas, de producción. Mecanismo que podría alargarse hasta otros seis meses adicionales. La argumentación que podrían esgrimir las entidades es que pese a la supuesta vuelta a la normalidad en el día a día de la sociedad, la puesta en marcha de su actividad deportiva seguramente se retrase un tiempo más.

Al margen de que el origen del ERTE se sostenga lo suficiente, los clubes están obligados a fijar una fecha de finalización del mismo, expiración que, eso sí, podría modificarse en el tiempo (a mayor o a menor) si se llega a un acuerdo con los trabajadores. Entrarán en juego aspectos como la cancelación definitiva de las competiciones de esta temporada, la obligatoriedad de jugar a puerta cerrada, o bien el retraso en el inicio del curso venidero.