Rubén Baraja se esfuerza por adaptarse al confinamiento desde su condición de entrenador del CD Tenerife. Lo hace esperando noticias de LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol sobre un regreso a la actividad que confía que sea definitivo, sin el riesgo a una vuelta a atrás, y teniendo muy claro que la pandemia ha dejado al fútbol "en un segundo plano".

En una entrevista en Bota Heliodoro, afirmó que "lo más importante es que todo se solucione, y que cuando sea así, volvamos a la normalidad con la tranquilidad de que el problema esté superado". Al respecto, compartió su incertidumbre por no saber "si la Liga se va a reanudar", y expresó su deseo de que el paso que den LaLiga y la RFEF sea firme. "Que no sea para recaer, sino para estar seguros de que cuando volvamos a los entrenamientos y a la competición, siguiendo los protocolos que nos indiquen, sea con una solución definitiva: que volvamos o que se decida que la temporada ya se ha acabado y pensemos en la siguiente", opinó el entrenador.

En cualquier caso, aunque "el fútbol es importante", sabe que ha pasado "a un segundo plano" por la crisis del coronavirus. "En este momento hay cosas primordiales, como la salud, que los contagios vayan disminuyendo y que la gente se recupere...", señaló Rubén.

Baraja no ha perdido el contacto con sus futbolistas, que van siguiendo una pauta marcada por el preparador físico, Manu Poblaciones, con el fin de mantener la forma con ejercicios en casa. También ha conversado "dos o tres veces" con el presidente del club, Miguel Concepción, y con el director deportivo, Juan Carlos Cordero. "Hemos hablado del presente del club y de lo que nos pueden ir diciendo desde LaLiga y la RFEF, y hemos valorado los casos de los jugadores que están en una situación especial por este parón", dijo haciendo alusión a sus charlas con Cordero y a los futbolistas que acaban contrato en junio. "Trabajamos para conseguir que la base del equipo esté en una buena situación de cara al futuro", apuntó.