La crisis provocada por el Covid-19 deja un sinfín de incógnitas por despejar en cualquier ámbito. En el del fútbol profesional, cuando la interrupción de las competiciones ya ha congelado cuatro jornadas en Segunda División, existe la gran duda de si finalizarán las temporadas y cuándo llegará el momento de que el balón vuelva a rodar en los estadios con puntos en juego.

En el mejor de los casos, el calendario incluso se podría alargar más allá del 30 de junio, fecha en la que finalizan los contratos de los jugadores, entrenadores, auxiliares... En el caso de la primera plantilla del Tenerife, hay trece profesionales cuyos compromisos laborales tienen vigencia hasta ese día, incluyendo al técnico Rubén Baraja y a los dos ayudantes con los que se incorporó al club en diciembre.

En la Asociación Española de Agentes de Futbolistas (AEAF) ya se asoman a este panorama, dado que afectaría a todos los clubes y a un alto número de futbolistas. El presidente de este colectivo, Pedro Bravo, considera que "lo lógico", en el caso de que los equipos tengan que competir dentro de la temporada 2019/20 después del 30 de junio, es que se alarguen los contratos y que todas las partes hagan "un esfuerzo de solidaridad" ante una circunstancia inesperada, pero igualmente advierte de que son "contratos supeditados a la ley laboral" en los que se establece una fecha de finalización, habitualmente el 30 de junio. "Tendría que haber alguna medida laboral para que quedasen postergados", apunta Bravo.

Por su parte, Álvaro Torres, director general del área de fútbol de la agencia YouFirst, admite que se trata de "un tema complicado, un problema" que toca a todas las partes implicadas. "Tendrían que prorrogar los contratos de mutuo acuerdo y se podría hacer por una serie de partidos, pero el jugador que acaba contrato tendrá en la cabeza qué ocurre si se lesiona en esos partidos", añade Torres.

La complicación sería aún mayor en aquellos jugadores que acaban contrato a finales de junio y que ya han llegado a acuerdos con otros equipos con vistas a la campaña venidera -tampoco con una fecha de inicio clara-, acogiéndose a un derecho disponible a partir del pasado 1 de enero. "Si ya han firmado con otro, será complicado que jueguen con su actual equipo si tienen un compromiso para la siguiente temporada", dice Torres.

Todas esas dudas se trasladan a la plantilla del Tenerife, en la que hay diez futbolistas ligados al club blanquiazul solo hasta el 30 de junio. En ese grupo hay siete cedidos: Dani Gómez (Real Madrid), Ramón Miérez (Deportivo Alavés), Robert Mazan (RC Celta) -fichados por Víctor Moreno en el mercado de verano- y los cuatro refuerzos de invierno, Joselu Moreno (procedente del Real Oviedo y con la opción de renovar de manera automática si el Tenerife permanece en Segunda División), Daniel Lasure (Real Zaragoza), Javi Muñoz (Deportivo Alavés) y Lluís López (RCD Espanyol).

Pero la actual situación también afecta a blanquiazules que militan a préstamo en otros equipos. En circunstancias normales, todos tendrían que retornar dentro de dos meses. El guardameta Carlos Abad se marchó al Xanthi (Grecia) en verano, mientras que José Naranjo, Filip Malbasic, Mauro dos Santos y Samuel Shashoua siguieron sus carreras a partir de la ventana de invierno en el AEK Larnaca (Chipre), Cádiz, Albirex Niigata (Japón) y Atlético Baleares. Tiempo de negociaciones inesperadas.