Borja Lasso vivió el 14 de diciembre de 2019 uno de los peores días de su carrera. A los siete minutos de juego del partido en el Heliodoro entre su equipo, el Tenerife, y el Alcorcón se vio obligado a salir del campo tras sufrir una dura entrada. Poco después se supo que tenía roto el peroné izquierdo, del que fue operado tres días más tarde por Daniel Cansino en una clínica de Sevilla. En ese momento, con toda la segunda vuelta por delante, nada aseguraba que Borja pudiera volver a jugar en la 19/20.

El blanquiazul no imaginó que el destino le iba a deparar tal infortunio, justo en su mejor etapa en el club, pero tampoco que el fútbol iba a pararse por la crisis del Covid-19 durante su proceso de rehabilitación. Este inesperado giro aumentará considerablemente sus opciones de que realmente no se vaya a perder los once partidos que restan, siempre que la competición se retome a finales de junio, tal como esperan los rectores de LaLiga.

Borja espera ser testigo de ese desenlace, pero no tanto por un beneficio individual, sino porque "será una señal de que todo estará arreglado", contó ayer el sevillano en los medios oficiales del Tenerife. Entretanto, Lasso sigue "poniéndolo todo" de su parte para "tratar de volver lo antes posible y de la mejor manera". Seguramente, si la pandemia no hubiera llegado a España, ya estaría en la Isla completando la rehabilitación en El Mundialito. De hecho, su entrenador, Rubén Baraja, calculó antes del partido aplazado con el Fuenlabrada -14 de marzo- que en un par de semanas iba a poder tener cerca al jugador lesionado. "Estoy trabajando al máximo y espero viajar a Tenerife cuando todo se solucione para estar con el grupo", comentó el portador del dorsal 8.

Lasso confesó que "los primeros meses fueron complicados" porque la herida tardó en cicatrizar. "Pero ya voy haciendo ejercicios cada vez más complejos y hace tres semanas solté las muletas", explicó Borja, que buscó enseguida la manera de organizarse para no ceder terreno durante la cuarentena. "He montado un gimnasio en casa, trabajo mañana y tarde y cada vez me siento mejor". El Tenerife volverá. Y lo hará con Borja Lasso.

Una historia de contrastes

La temporada del centrocampista andaluz no deja de representar una de esas paradojas que tiene el fútbol. Borja Lasso hizo una primera vuelta notable, con aportación futbolística y con una interesante cuota de gol. En algunos tramos de esta primera etapa, su nivel contrastaba con los malos resultados del equipo. Pero cuando Borja tuvo la desgracia de caer lesionado de aquella manera tan impactante, se empezó a fraguar la reacción del Tenerife, sin que una y otra cosas estuvieran conectadas, obviamente. Se fue Lasso a Sevilla y poco después llegó Joselu. Hilvanando, como sucede todo en el fútbol semana a semana, el equipo fue remendándose. Baraja prescindió de la figura que encarnaba el sevillano, el media punta, y modificó la estructura, apostando por dos "9" puros. La sociedad Joselu-Dani Gómez ha sido un hallazgo, porque ambos se han beneficiado de la dupla. La cuota de gol ha subido y la trayectoria del equipo ha mejorado sensiblemente. En Oviedo, no estuvo Joselu, Baraja eligió a un jugador similar a Lasso, Javi Muñoz, y el equipo no fue tan agresivo. El puesto de Borja Lasso ha desaparecido...