La inactividad en el mundo del deporte que está provocando el Covid-19 no solo ha obligado a detener la totalidad de las competiciones (ya sean profesionales o de categorías inferiores) y llevado a parar, en su día a día de entrenamientos, a la globalidad de jugadores. A ello se añade que, sin fecha segura de retorno a la actividad, la incertidumbre crece en aquellos deportistas que se encuentran lejos de su entorno familiar. Es el caso de Tanaya Atkinson, norteamericana del Ciudad de La Laguna Tenerife y que este martes ha decidido regresar a su país.

Por ahora, todas las foráneas del conjunto morado (siete entre europeas, africanas y americanas) se mantenían en la Isla a la espera de lo que ocurriera con la Liga Femenina Endesa, a la que le restan por jugar cuatro jornadas de la fase regular, más los playoff, por el que luchaba el cuadro lagunero. Sin embargo, Atkinson ha acelerado su vuelta (como ya ha venido ocurriendo con las estadounidenses de varios conjuntos de la competición) toda vez que su familia insistió en que su retorno era lo más conveniente. Como no podía ser de otra manera, la entidad isleña dio el visto bueno a esta marcha, si bien espera volver a contar con la exterior si la Liga se reanudara en las próximas semanas.

Precisamente sobre el futuro más inmediato de la Liga Femenina Endesa 19/20 siguen aguardando los 14 clubes participantes, entre ellos el Clarinos. La Federación Española de Baloncesto (FEB) no se ha pronunciado todavía en relación a su decisión final, con la particularidad de que la misma englobaría también a otras cuatro competiciones: LEB Oro y Plata, Liga Femenina 2 y Liga EBA. Todo apuntaba a que en este inicio de semana, y ante el riesgo de que el estado de alarma se extienda por un periodo superior a los 15 días inicialmente programados, el organismo presidido por Jorge Garbajosa diera por cancelada la temporada 19/20.

Sin embargo, la FEB se enfrenta a dos situaciones que le hacen dudar. Por un lado, la resolución de los ascensos y descensos en cada una de las competiciones. Y es que si se opta por la decisión salomónica de anular los descensos, se podrían originar luego calendarios insostenibles ante el aumento del número de conjuntos participantes. Por otro lado, el acuerdo tomado por la ACB de aguardar hasta el 24 de abril para ver si puede o no reanudar el curso, podría hacer que la Española opte por esta misma vía y trate de 'estirar el chicle' aún algunos días más.