Hasta anoche, la de Turquía era la única de las grandes ligas que mantenía prevista para este fin de semana la celebración de su jornada, pese a jugarse los partidos a puerta cerrada, como también viene haciendo la Liga Australiana. Una medida de inacción que ha provocado la crítica de varios de sus jugadores más destacados (como Shane Larkin y Bobby Dixon) y que contrasta por completo con el camino tomado por el resto de competiciones continentales, que han aplazado, sine die, su calendario. Incluso hay seis que han ido más allá, determinando la cancelación definitiva esta temporada. Es el caso de la LKL de Lituania (con el Zalgiris proclamado campeón), así como las de Ucrania, Suiza, Eslovaquia, Finlandia y Suiza. ¿Serán las únicas?