A unos 3.700 kilómetros de su casa, en otro núcleo, con otro idioma y, por si fuera poco, viviendo en el segundo país del mundo con más casos de coronavirus. La canterana del representativo tinerfeño de Primera Iberdrola, Marina Puebla, cedida el pasado mes de enero al Ravenna FC, de Segunda División italiana, vive en la norteña Emilia-Romaña; localidad italiana fronteriza con Rímini, una de las provincias declaradas como zona roja .

Italia, después de su primer día como zona protegida, y tras oficializar que el número de casos positivos superan los diez mil, vivió en el aeropuerto de Ciampino en Roma un auténtico hervidero de españoles que intentaron coger los últimos vuelos a su país en la tarde de ayer, tras la sorpresa que supuso la cancelación de las conexiones aéreas entre Italia y España, que entró en vigor en la pasada medianoche.

Entre los españoles que resistieron, una joven futbolista chicharrera llamada Marina Puebla. "Cupo la posibilidad de irme hoy (por ayer), pero fue todo muy precipitado y decidí seguir en Italia. Por ahora, me quedaré en casa y, como estos días, saldré a hacer algo de deporte a primera hora de la mañana. Esperaré a que esto se calme un poco para volver a pisar el terreno de juego", declara la ariete en tono distendido.

En cuanto a su vivencia de las últimas dos semanas, tiempo en el que se ha desatado la propagación del virus en Italia, comenta que "se vive una situación complicada", aunque la vida en la ciudad "apenas ha cambiado. Lo que sí se nota es más gente comprando, así como menos gente en las calles tras el cierre de bares", apunta. A ello añade que los supermercados tienen un "horario más reducido".

Pese a que en la zona en la que vive Marina no ha habido ningún positivo, Rávena ya supera los 20 casos. El club al que estará vinculada hasta el próximo 30 de junio, que ha cesado sus entrenamientos y competición, les ha hecho algunas recomendaciones a sus jugadoras: "Nos han dicho que procuremos movernos lo menos posible hacia las zonas rojas, que nos quedemos en casa para evitar el contagio y, como se ha parado la competición, nos han mandado una serie de ejercicios para realizar en casa y no perder la forma". "Es una situación un poco anómala porque se han pospuesto las competiciones oficiales y, cuando se vuelvan a retomar, vamos a tener que disputar dos partidos por semana. He de reconocer que siento rabia por no poder jugar, y ni siquiera entrenar", apostilla una de las perlas de la cantera blanquiazul.

La Guerrerita desmiente que esté viviendo una pesadilla en su primer periplo lejos de su isla, aunque sí que reconoce que "nunca" se imaginó que el virus se "expandiría de esta manera por Italia. Cuando acepté la oferta del Ravenna, el coronavirus afectaba únicamente a países asiáticos y, por tanto, no esperaba que sucediera algo así; sin embargo, prefiero quedarme con la lectura de que todo se aprende, y esta situación no será menos", aduce Puebla.

Su cesión, después de disputar un total de 17 partidos -10 como titular- con el filial granadillero en Reto Iberdrola llamó poderosamente la atención; sobre todo porque Marina Puebla fue una de las asiduas con el primer equipo desde los entrenamientos de pretemporada. Eso sí, la jugadora se muestra "agradecida" con la oportunidad.

En estos últimos días, "algún que otro" integrante del UDG Tenerife sí que se ha preocupado por su situación. No obstante, confiesa que se "esperaba que alguno más se interesase" por su estado. Mientras, su familia, que la "echa mucho de menos", le ha transmitido un "mensaje de tranquilidad", a la par que le ha aconsejado "seguir con los estudios", termina diciendo la ariete.