Sin contemplaciones. Así sucuymbió ayer el Iberostar Tenerife, un rival muy aguerrido atrás y que supo explotar a la perfección los puntos débiles de los aurinegros. Los isleños firmaron un gran inicio en el Buesa Arena (6-16), pero a partir del ecuador del primer cuarto se vioeron desbordados por su rival, que muy incisivo en la presión defensiva comenzó a provocar un rosario de pérdidas (17 en total de las que 16 fueron en los tres primeros cuartos) en los tinerfeños. Así, el cuadro de Txus Vidorreta encajó un parcial de 25-5 (31-21) en el que también tuvo mucho que ver el pobre porcentaje de acierto desde el 6,75 de los canaristas, que solo fueron capaces de anotar 3 de sus 18 primeros intentos.

Tras el 37-30, los isleños se mantuvieron a remolque durante algunos minutos (42-36), pero de nuevo la superioridad en el rebote ofensivo de los alaveses y la impronta interior de Diop hicieron que el choque se rompiera definitivamente (58-38). El Iberostar hizo un pequeño amago de remontada (60-47, 34'), aunque no pasó de la intentona, ya que un triple de Christon y un 2+1 de Henry aplacaron a los aurinegros (67-47). Para colmo de males, el Canarias vio como en una ayuda defensiva se lastimaba de la espalda, Huertas, que ya no jugó más y podría ser duda para el choque de la Champions de martes.

Pero antes de naufragar sin remisión, el arranque del choque fue casi perfecto para el Iberostar Tenerife, que en especial mostró en labores defensivas toda la solidez que le faltó el martes contra el Oostende. Actividad notable en el 1x1 y en las ayudas sobre Shengelia, lo que se tradujo en hasta tres robos en un suspiro (4-9) y llevaron a Ivanovic al primer tiempo muerto del choque. Esa chispa atrás siguió dando su rédito para los canaristas, provocando un par de faltas en ataque, a lo que se añadió en el otro lado de la pista la mejor versión de Shermadini, bien asistido, para variar, por Huertas, que tampoco se achicó cuando tuvo que mirar aro. Así, un 2+1 del brasileño elevó la renta visitante hasta el 6-16 con menos de seis minutos disputados. Poco más que pedir para tratar de meter el miedo en el cuerpo a un adversario de pedigrí.

Pero todo cambió en un abrir y cerrar ojos. La entrada en acción de las primeras rotaciones dieron aire renovado -tanto delante como atrás- a los locales, que subieron líneas y llevaron a los aurinegros (más acelerados de lo debido) a cometer una pérdida tras otra, lo que, por extensión, les permitió correr. Un parcial de 10-0 en menos de dos minutos dio al traste con todo lo realizado previamente (16-16). Con Gio de nuevo en cancha y un triple de Lundberg (20-21) el Canarias pareció frenar la sangría, pero el rosario de imprecisiones tuvo continuidad en las filas aurinegras, ya fuera ahogados por completo por las ayudas de los azulgranas y su actividad en las líneas de pase, erráticos a la hora de buscar el último pase, o directamente fallones cuando de mirar el aro se trataba. Razones más que suficientes para explicar un parcial de 25-5 que disparó a los locales hasta el 31-21 cerca del minuto 15.

Solo dos canastas en prácticamente nueve minutos. Un lujo prohibitivo contra un rival de Euroliga, más aún cuando tras romper la sequía Shermadini con un mate (14 puntos y siete rebotes al descanso), los isleños enlazaron unas cuantas acciones malas más en la parcela ofensiva. Con Fall haciendo daño cerca del aro, el Iberostar recurrió a la paciencia para hacer varias canastas al filo de la posesión y llegar con vida al descanso (37-30).

Tras el paso por el vestuario los laguneros se agarraron al choque gracias un par de puertas atrás y continuaciones, con lo que se acercaron a seis puntos (42-36). Solo un espejismo ya que el Iberostar rescató, de golpe, todos los errores que había mostrado en los minutos previos. Negado en el triple (con Salin y Díez como grandes damnificados), aunque fueran liberados; ahogado en los 2x1 y en la presión a tres cuartos de pista, y cometiendo pérdidas; y muy flojo para cerrar su rebote, concediendo segundas opciones de las que salió beneficiado Diop (51-38) y luego Shengelia desde el 4,60 (58-38, 29').

Partido más que resuelto por mucho que Lundberg se empeñara en lo imposible (60-47, 34'). Un tiempo muerto de Ivanovic, un triple contra tabla de Christon y un 2+1 de Henry (67-47) aplacaron cualquier intentona de milagro para un equipo lagunero que solo al final, y sin nada ya en juego, empezó a ver aro desde el perímetro (71-56). Para colmos de males, el Iberostar vio como perdía para la causa a Huertas, que tras uno de sus encuentros más flojos recientemente se lastimó de la espalda en una presión defensiva.