Es otra final. Prescindiendo de las características del rival, cada partido en casa para el Tenerife se presenta lleno de obligaciones, mucho más atendiendo al crecimiento que han experimentado en las últimas jornadas los equipos que compiten por evitar la zona de descenso. El Tenerife de Baraja, invicto en el Heliodoro, llegó a verse lejos de los cuatro últimos, pero inicia este domingo con un solo punto por encima del cuarto por abajo. En la lucha por la permanencia, no hay tregua, todos aprietan y las diferencias se evaporan con cada derrota, como les ha sucedido a los blanquiazules tras perder en Oviedo.

El partido de esta tarde, más allá de su trascendencia, se las trae. Visita el Heliodoro un conjunto incómodo por estos lares. El Tenerife solo lo ha derrotado aquí una vez, aunque fue con un holgado 5-0, hace ya seis años. De hecho, los bercianos, entonces con Carlos Ruiz en sus filas, lograron ascender as Segunda A en el estadio.

Baraja ha probado durante la semana con varias alternativas para sustituir a los dos ausentes por sanción, Luis Milla y Shaq Moore. Después de aclarar en su comparecencia ante los medios que no habrá cambios que afecten a otras posiciones -como hubiera sido subir a Alberto al centro del campo-, el técnico deberá elegir entre pocas opciones. Para suplir a Milla, el asunto parece reducirse a Undabarrena o Javi Muñoz. El primer de ellos es más especialista de esta posición, más un jugador de equilibrio en la zona de pivotes, mientras que Javi Muñoz tiene las características adecuadas para desenvolverse más avanzado, en zonas intermedias, y no parece tan fiable en tareas de corte y destrucción de juego. Podría, entonces, tener ventaja Íker para compartir posición con Aitor Sanz, que también está advertido de sanción.

Para ocupar la plaza que deja vacante el afianzado Shaq Moore, parece recurrente pensar en la opción de Suso, pero no se puede descartar que haya otro movimiento, que favorece la entrada en el equipo titular de Bermejo, ocupando la posición de media punta izquierdo y desplazando al costado opuesto a Nahuel Leiva, En este supuesto, Suso tendría que esperar su oportunidad.

En el resto del equipo, la gran novedad es el regreso al once de Joselu Moreno, ausente por contrato en el Carlos Tartiere. Joselu, que no marca desde el 31 de enero, ante el Sporting de Gijón, le da un salto de nivel al ataque. El dúo con Dani Gómez vuelve a reencontrarse como arma principal para hacer daño a un rival que buscará sus opciones al contragolpe, con su pareja de delanteros en plena fase de inspiración (Kaxe y Yuri).

La Ponferradina, un equipo hecho a la mano de Jon Pérez Bolo, que lo tomó en Segunda B y está en el camino de consolidarlo en la categoría, atraviesa una etapa de sequía fuera de casa. No gana lejos de El Toralín desde diciembre, cuando superó al Almería. De hecho, es el equipo que menos puntos ha logrado como visitante, solo 11, uno menos que Huesca y Numancia, y dos menos que Lugo Sporting y Girona. Aún así, su fortaleza como local le ha permitido encaramarse a los 40 puntos, a solo un partido de diferencia con respecto a la zona de 'play off'.

Bolo tiene una baja sensible para este encuentro, la ausencia de Ivi, que está sancionado, y mantiene la duda sobre qué jugador ocupará el extremo izquierdo, aunque podría decantarse por uno de los hermanos Valcarce, Pablo. De resto, trae a los mejores.