Tres semanas después, ¿le sigue dando vueltas a la acción final del duelo de la Copa del Rey contra el Andorra?

Ya no pienso en eso. Durante una semana sí lo hice y estaba muy caliente por ello. Pero estoy seguro de que fue falta; de hecho, después del partido el propio Jeremy Senglin me reconoció que fue falta.

¿Logró dormir esa noche?

No, esa noche no pude dormir. Tenía que volver con el equipo el sábado por la mañana a Tenerife, pero como no podía pegar ojo, a las 3 de la madrugada abrí mi ordenador y reservé un vuelo para ir a París a ver a mi familia. Hablé con Dani [Macía, el delegado del equipo] y me dijo que no había ningún problema en irme el fin de semana.

¿Cree que después de cuatro meses ya estamos viendo en el Canarias la mejor versión posible de Lahaou Konate

Creo que sí. Me siento bien y tratando de ayudar al equipo. Intento aprender de lo que me dice Txus y hacerlo lo mejor posible en la cancha en beneficio del colectivo.

¿Llegó a ser desesperante para usted el no jugar, o apenas hacerlo, durante varios partidos?

Pues sí, esos inicios fueron complicados, tanto porque no tenía claro cuál debía ser mi rol en el equipo y también porque hubo varios partidos en los que no jugué nada. Pero intenté mantener la calma y no desesperarme, porque sabía que si lo hacía no sería bueno cuando finalmente me tocara jugar. Traté de hacerlo bien en el día a día y esperar a que llegaran mis oportunidades en la cancha.

¿Llegó a pensar en algún momento que venir al Iberostar

No, no, no. Esta fue la mejor oferta y siempre pensé que también la mejor opción. En octubre tenía alguna opción para seguir en Francia, y también una para irme a Alemania. Pero no quería ir a Alemania, quería venir a España, y para mí Tenerife era uno de mis objetivos. El año pasado ya jugué contra ellos en Champions, los conocía, y para mí era la mejor opción.

Con la intensidad que pone en la pista, parece que va a cada balón como si fuera el último?

Sí, siempre. Trato de ser intenso y dar todo y lo mejor que tengo, porque para mí es muy importante ayudar al equipo en defensa.

A veces da la sensación de que le cuesta mirar a canasta. ¿Es miedo? ¿Falta de confianza?

No. Confianza en el tiro tengo. Lo que ha ocurrido a veces es que no he querido cometer errores ni realizar tiros forzados. No me gusta fallar lanzamientos, solo hacer los mejores tiros para el equipo.

En este sentido, ¿Vidorreta le ha pedido que mire más el aro?

Bueno, al principio me decía que hiciera esos tiros abiertos que se me presentaban, porque si no los hacía me iba a ir de nuevo al banquillo. Y al principio eso fue duro para mí, precisamente porque no me veía seguro y no quería fallar. Pero con el tiempo lo he entendido y ahora trato de hacer esos lanzamientos, y creo que ha sido bueno para mí, porque ahora juego más.

Dentro de esa intensidad por la que se caracteriza, parece que viene pagando un peaje con los colegiados, que a veces le castigan con faltas que quizá no lo sean. ¿Le está cogiendo el punto a los colegiados?

Cuando vine varias personas, e incluso el entrenador, me dijeron que en la ACB los árbitros son duros, y yo estaba preparado para ello. A veces me han pitado algunas faltas que no he entendido, pero eso me obliga a aprender y quizá intentar, en algunas ocasiones, no ser tan agresivo y hacer una defensa algo más controlada.

Si el baloncesto

Quizá, quizá. Ya jugué al balonmano en el colegio, entre los 12 y los 15 años, y no se me daba mal, pero incluso lo hacía mejor cuando jugaba a fútbol? mi posición era la de defensa, claro.

¿Siente que, por su forma de jugar, se ha ganado el cariño de la afición?

Sí, sí. Es algo que siento desde los dos primeros meses. Lo veo en la cancha, y también en Instagram y en Twitter ya que muchos aficionados me escriben. Y desde luego es algo que me encanta, de lo mejor que le puede pasar a un jugador.

Tras cuatro meses aquí, ¿qué es lo que más le ha llamado la atención, tanto del club como fuera de él?

Sobre el equipo, me encanta como juega. Es un conjunto muy táctico, de los mejores de toda la ACB, y aunque en la Champions cometimos un par de errores, creo que podemos optar a todo. Para mí es un honor poder jugar aquí. Y fuera de la cancha, me gusta la Isla, primero porque para mí aquí no hay invierno, y también porque si vas al Norte ves unas cosas y si vas al Sur ves otras totalmente diferentes. No se parece en nada a París. La gente es muy alegre, tranquila, sin estrés?

¿Firmaría ahora mismo el poder seguir el año que viene ya fuera en el Canarias o bien en otro equipo de la ACB?

Seguro, seguro. Ese es mi objetivo, y lo es desde que vine a España. Quiero seguir aquí. No salí de Francia por solo siete meses y luego volver. Mi meta es seguir en ACB, me encuentro bien aquí y espero seguir mucho más tiempo.