Cristofer Clemente, de 34 años, es doble subcampeón del mundo de trail (2017 y 2018), una especialidad que comenzó a practicar en la última década y de la que actualmente es uno de los máximos referentes.

Antes no le prestaba mucha atención al deporte y llegó a pesar 91 kilos hasta que un día, por salud y recomendación de médicos y familiares, se calzó unas zapatillas y descubrió las carreras de montaña.

La primera prueba que corrió fue el Maratón del Meridiano, en la isla de El Hierro, en 2011. Pese a ser una carrera de montaña lo hizo con unas zapatillas de asfalto. Atrás dejaba años de no cuidarse, de no prestar atención a la alimentación, beber sin límite refrescos con azúcar y mucho tiempo de sillón y consola.

Sin embargo, no siempre fue así. "Practiqué atletismo con ocho, nueve, diez años. Hacía velocidad", recuerda. Después se pasó al peso y al poco tiempo dejó el deporte. "Fue la época más juvenil, en la que tenía más libertad para escoger lo que hacía y elegir la comida".

Con el paso del tiempo, a los diecinueve años, se metió a árbitro de fútbol. "Empecé de juez de línea por el incentivo de que me pagaban y luego me lo gastaba de juerga, pero cada vez que llegaba al campo tenía mofa. La última temporada, la 2011-2012, la combiné con las carreras pese a que llegué a estar en Segunda B".

Su cambio de mentalidad se produjo entre las Navidades de 2009 y el inicio de 2010. En un control médico le hicieron una analítica y vieron que tenía muchísimo colesterol y el hígado dañado, algo que le preocupó por la deriva que podía tomar si seguía así.

"Estaba jugando con fuego y me dijeron que necesitaba tratamiento, que a qué quería aspirar. Salí tocado y cambié el chip. Empecé a cuidar la alimentación, a llevar una dieta estricta, a cenar liguero y a pensar en el deporte", declara.

Fue entonces cuando se calzó unas zapatillas y empezó a correr por la Torre del Conde. "A los nueve meses tuve un resultado espectacular, me quité veinte kilos. Incluso la gente me preguntaba si tenía cáncer o alguna enfermedad del cambio que experimenté".

Después de los primeros pasos, en un tiempo se empezó a ilusionar con la idea de correr una hora seguida. "Era mi meta personal y poco después me enteré que se celebraba el Maratón del Meridiano".

"Esa sensación de liberación y de estar suelto me encantó y así es cómo empecé a interesarme más y más y comencé a participar en más carreras", confiesa Cristofer, cuyo entrenador es David Alcón desde 2011.

Tal fue su implicación con ese nuevo mundo deportivo que se le abrió ante sus ojos que a finales de 2011 ganó el SportLover canario tras imponerse en la Ultra Trail Gran Canaria. El premio, seis mil euros. "Eran 90 kilómetros. La preparé, la disfruté y la gané. Ahí fue cuando comencé a combinar muchos maratones de grandes distancias y ahora puedo decir que por mi mentalidad sufridora me siento cómodo en carreras de 60 a 100 km".

En los últimos años ha logrado victorias muy importantes y ha participado en algunas de las mejores carreras del mundo como el Marathon du Mont Blanc, la Transgrancanaria y la Transvulcania.

Ahora, Cristofer es uno de los corredores más importantes del equipo Salomon IATI, al que llegó en 2017. "Me dan el mejor material posible, de alta gama, y eso es de valorar, aunque estar en una marca tan potente hace que siempre te pongas las pilas para estar a tope".

Este año, una de las citas más importantes que tiene será en julio en una carrera por etapas con Tofol Castanyer (campeón Copa del Mundo de trail en 2010) de compañero. "Poder compartir una carrera de varias etapas con él es un recuerdo que me quedará. O igual que haberlo hecho con Miguel Heras e Iker Carrera, que son los primeros de los que tuve en un poster".

A Kilian Jornettambién lo conoce de una Transvulcania y una Ultra Pirineu. "Es un nivel muy superior, un portento que no tiene igual y que ha dejado una estela a seguir".

"A los otros tres los veo más humanos porque había veces que no ganaban, como cualquier otro corredor, y Kilian es un referente imbatible. Me humanizan más, pertenecen a un mundo más igualitario y por eso me veo más reflejado en ellos tres", sentencia.

Después de nueve años compitiendo en carreras por montaña por todo el mundo hay dos que han marcado especialmente a Cristofer Clemente.

"La Gomera Paradise Trail fue un hijo nuestro. La Gomera era la única isla que no tenía carrera y decidí sacarla con mi mujer y unos amigos. Durante tres años lo capitanee, pero luego la cedimos a un club de montaña. La otra es la Ultra Pirineu, en la que he participado cuatro veces y que este año volverá a ser mi plato fuerte", destaca.

El calendario que maneja este 2020 no es tan extenso como otras veces. Quiere llegar en plena forma a los meses de verano y pasar más tiempo entrenando que compitiendo para centrarse en objetivos ambiciosos.

"Esto es jugar un pulso mental para estar fuerte en el momento clave. Hay mucho trabajo detrás. Corro entre 100 y 120 kilómetros a la semana y lo combino con algo de bicicleta de carretera para descansar del impacto muscular", apunta.

Todos los éxitos los comparte Cristofer con Yaiza, su mujer, a la que conoció con 15 años en el colegio y de la que ya no se ha separado. Ella hacía atletismo, estaba especializada en salto de vallas y estuvo federada hasta los dieciocho años.

La pasión que tiene desde hace diez años con las carreras de montaña no ha hecho que deje de lado el restaurante familiar que tienen en el centro de San Sebastián de La Gomera, 'La Tasca'.

"Tengo un ciclo superior de Hostelería y puedo decir que nací en un restaurante. Sigo ahí. Cuando estoy en casa trabajo de camarero, soy de los que doy la cara al público", confiesa.

Ayuda al negocio familiar porque en España las carreras de montaña, pese a las victorias y los buenos resultados, no dan para vivir exclusivamente del deporte.

"Tengo mis grandes dudas de que se pueda vivir de este deporte y los que viven de esto se cuentan con los dedos de una mano. Nuestros patrocinadores te ayudan para estar en la línea de salida de una prueba, las carreras nos dan dorsales o alojamientos y otras cubren los gastos, pero poco más", señala.

Tras diez años corriendo, un documental repasa su trayectoria. En 'Otro Cristofer' se narra el cambio de vida del atleta que pasó de tener sobrepeso a correr entre la élite del trail en solo 4 años.