Romina Fernández, que fue atropellada por el actual futbolista del RC Celta Gabriel Toro Fernández en diciembre de 2018, falleció ayer en Montevideo después de estar más de un año en estado vegetativo. Este desenlace no cambia la situación judicial. Acuña indemnizó a la familia con 800.000 dólares y el caso quedó cerrado.