Sin haber podido romper todavía las cadenas de la amenaza del descenso, el Tenerife avanza por la segunda vuelta de la temporada con firmeza; impulsado por la solidez y la fiabilidad adquiridas con Rubén Baraja, y, sobre todo, con unos resultados que lo sitúan como el tercer mejor equipo de este tramo del calendario gracias a 17 puntos sumados de los últimos 24. La racha no le ha permitido abrir un margen tranquilizador con la entrada a la zona que conduce a Segunda B, pero sí ha sido suficiente para ver de cerca -no lo estaba tanto desde octubre- los puestos de la promoción de ascenso. La separación en ambos casos es de cuatro puntos. La balanza debería empezar a inclinarse a partir de un encuentro como el de esta tarde.

La dinámica de los tinerfeños contrasta con la de un Real Oviedo que solo ha ganado un partido en la segunda vuelta -al Albacete, por 3-1, el 2 de febrero-. El balance de siete puntos de 21 ha hundido en la tabla a un inesperado invitado a la pelea por no bajar; y terminó provocando su tercer cambio de entrenador en esta Liga: Rozada, el sustituto de Sergio Egea, fue relevado por José Ángel Ziganda, quien debutó la jornada pasada con una derrota ante un rival directo, el Lugo (1-0). Ese resultado condujo al Oviedo al penúltimo puesto -está a siete puntos del Tenerife- y, de paso, generó la reacción de una parte de la afición en contra de los jugadores, incluso con alguna pancarta en las instalaciones de El Requexón. La directiva puso de su parte para aliviar la tensión y activó promociones con las que espera que aumente la presencia de público en el Carlos Tartiere. El factor ambiental también podría jugar su papel en el partido.

Todo, con volver a ganar cuatro jornadas después. Cuco Ziganda lo intentará en su debut como local, cita para la que no se espera que vaya a revolucionar la alineación respecto a la del tropiezo en Lugo. Sí tendrá que realizar dos cambios obligados, dado que pierde a los defensas Simone Grippo y Christian Fernández. Uno de los sustitutos claros es Arribas, principalmente porque es el único central disponible, mientras que Mossa parte como recambio del exlateral izquierdo de la UD Las Palmas.

Aparte de estos retoques, Ziganda dará continuidad al resto del anterior once, aunque la vuelta a la convocatoria de Borja Sánchez abre el abanico en un frente ofensivo en el que destacan Ortuño, con once goles, y al exsevillista Rodri.

Rubén Baraja tampoco podrá calcar la formación inicial más cercana, la del 1-0 al Elche en el Heliodoro. El motivo no tiene su origen en una sanción o una lesión, sino en la presencia en la plantilla tinerfeña de un futbolista cedido por el Real Oviedo. Se trata de Joselu Moreno. El delantero se había afianzado en el equipo titular desde su debut en la eliminatoria de la Copa del Rey ante el Valladolid, pero hoy tendrá que parar por las condiciones de su contrato.

El encargado de desempeñar el cometido del onubense en el Tartiere es la única duda a despejar por parte del conjunto visitante. Todo parece indicar que será otro exoviedista, Javi Muñoz, el elegido por Baraja. No obstante, cabrían otras opciones, como la del canterano Jorge, que no juega con el primer equipo desde el 19 de enero y entró en la preconvocatoria (falta un descarte) del viernes. También espera su oportunidad de ser titular Miérez, cuyo perfil es diferente al del goleador ausente. Se supone que los otros diez repetirán, incluyendo a Shaq Moore en la función de extremo derecho.