El Santiago Bernabéu quiere recuperar su magia en un clásico decisivo, con el Real Madrid obligado a cambiar su mala dinámica ante un FC Barcelona que pese a no jugar con brillo, tiene la opción de dar un golpe de autoridad a la Liga.

La historia reciente del clásico deja conquistas del Bernabéu por un Barcelona siempre liderado por Messi. El Real Madrid no gana a su eterno rival en Liga ante su afición desde octubre de 2014.

Un nuevo triunfo del Barcelona dejaría la Liga encarrilada, pese a la irregularidad que están mostrando los dos aspirantes. Tras el intercambio de liderato en la última jornada, por el inesperado bache del equipo de Zidane con un punto logrado de los seis últimos, la distancia de dos puntos pasaría a ser de cinco, que serían seis con la diferencia de goles. El clásico es una final para el Real Madrid.

Y la encara buscando soluciones a los problemas que le hicieron firmar un febrero negro. La pérdida de la seguridad defensiva clave en la reconstrucción, se ha sumado a la poca pegada de un equipo que acusa la falta de delanteros con gol. El apagón de Benzema, sin marcar en cinco encuentros, lastra a un Zidane que busca variantes tácticas y de nombres.

Para el clásico su equipo será Toni Kroos y diez más. La ausencia de minutos del alemán ante el City, le convierten en fijo en un once en el que las novedades llegarán de centro del campo hacia adelante. Zidane debe sentar a Modric o Isco, el mejor en sus últimos encuentros, y en ataque ante las reducidas opciones de Vincius para repetir de inicio, todos los caminos conducen a la enésimo intento de resurrección de Bale.

En cuanto a la convocatoria, Mariano Díaz es la gran novedad, mientras que quedan descartados Eden Hazard (lesionado), Rodrygo (sancionado), Nacho Fernández, James, Brahima y Jovic.

Aunque el relevo de Valverde por Setién no ha dado sus frutos y el juego sigue sin brillar, el Barcelona encadena cuatro victorias ligueras que junto a los tropiezos del equipo blanco, le han permitido recuperar el liderato. Con un plantilla mermada, Setién afronta la recta final de una temporada en la que, además de la Liga, se sigue soñando con volver a ganar la Champions. Su asignatura pendiente es recuperar el juego combinativo y de posición que ha sido su esencia en los últimos 30 años.

En el Bernabéu, el preparador santanderino no podrá contar con los lesionados Luis Suárez, Dembélé y Sergi Roberto, pero recupera, una semana antes de lo esperado, a Jordi Alba. Además, Gerard Piqué también se entrenó los últimos días con normalidad tras torcerse el tobillo ante el Nápoles y será titular formando pareja en el eje de la zaga con Umtiti o Lenglet, una de las dudas de Setién.

Jordi Alba seguramente empiece en el banquillo, por lo que su plaza en el lateral zurdo será para Junior, mientras que Semedo volverá a ocupar el carril derecho.

Otras de las decisiones que deberá tomar Setién es si refuerza el centro del campo con un cuarto hombre, con lo que Arturo Vidal acompañaría a Sergio Busquets, Frenkie de Jong y a Ivan Rakitic o Arthur Melo, o mantiene el 4-3-3.

En el primer caso, Messi -que lleva quince goles y ocho asistencias en el Bernabéu- y Griezmann formarían la punta de ataque. En el segundo, junto a ambos podría debutar como titular Braithwaite, lo que relegaría a Vidal al banco.