Con diecisiete puntos sumados en las ocho jornadas transcurridas de la segunda vuelta de la Liga, el Tenerife mejora en seis los que acumuló en el mismo número de partidos dentro del tramo inicial del calendario. El aumento de la producción ha ido alejando al equipo del peligro del descenso para, de paso, ir acercándolo al sexto puesto. En la plantilla blanquiazul admiten que hay motivos para sacar lecturas que invitan "al optimismo", pero tampoco levantan la mirada del camino que les ha permitido reconducir la situación.

El goleador en el triunfo de ayer ante el Elche, Dani Gómez, destacó que el Tenerife avanza con el empuje de una "buena dinámica y eso es muy positivo". El futbolista cedido por el Real Madrid afirmó que el "equipo ha dado un cambio" en el nuevo año y reconoció "la racha invita al optimismo", pero opinó que conviene seguir "haciendo las cosas como hasta ahora" y no desviar la atención. "Todavía quedan trece partidos; el tiempo dirá", añadió el delantero sin renunciar a objetivos ambiciosos.

Dani señaló que en el Tenerife cambió "casi todo" con la llegada al banquillo de Rubén Baraja. "Prácticamente, los jugadores somos los mismos, pero la mentalidad es muy diferente: ahora salimos a ganar los partidos, no dejamos que los rivales nos sometan, en casa somos mucho más fuertes y más agresivos, y arriba somos mucho más verticales", repasó el atacante. "Cuando un equipo se siente cómodo con su manera de jugar, ofrece su mejor versión: es lo que está dando ahora", agregó.

Gómez es el máximo goleador de la plantilla. Suma un total de ocho, seis en Liga -ayer rompió el empate con Suso- y dos en la Copa del Rey. En el caso del tanto ante el Elche, su celebración quedó condicionada por su sospecha de que había rematado en fuera de juego. "Pensé que el árbitro lo iba a anular, pero Milla me dijo que se había quedado un defensa atrás y el gol se había dado por bueno", explicó.