Nuevo revés en la trayectoria deportiva de Atenery Hernández -10/12/1994, San Cristóbal de La Laguna-, cuyo último año y medio ha estado jalonado por las lesiones. La deportista está a la espera de que en los próximos días o semanas sea citada por la Clínica Cemtro de Madrid, a fin de que el doctor Tomás Fernández Jaén la intervenga de su maltrecho hombro izquierdo. La dolencia le ha impedido comenzar con normalidad la presente temporada y ha provocado que se quede sin opciones clasificatorias para comparecer en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

La lagunera indicó a EL DÍA que la dolencia viene de lejos. "En agosto -de 2019-, en la concentración de Barcelona, sentía molestias en mi hombro y decidí infiltrarme para el Mundial de Pattaya" -septiembre-, donde quedó vigesimoctava. Por si fuera poco, en tierras tailandesas se lastimó la rodilla derecha. Superada la lesión, "cuando empecé a entrenar volvió a molestarme el hombro por la parte de atrás. Creía que era algo muscular y me trataba, pero no se me iba".

Llegado el momento de meter carga en el arranque de la actual campaña, y tras alguna breve aparición como la Copa de la Reina -en diciembre, mordió el bronce y contribuyó a que la Escuela Tinerfeña de Halterofilia se proclamará campeona-, en la Copa del Mundo de Roma -enero-, "me notaba más limitada y el peso ya no lo podía sostener". La decisión fue infiltrarse "por segunda vez", aunque el efecto no fuese el de la primera. Con todo, compareció en la capital transalpina. "Los billetes ya estaban sacados y no tenía nada que perder". Así, terminó decimocuarta de un total de 18 participantes. "Los resultados fueron malísimos, pero no era yo: no podía levantar".

Tras su vuelta a España y después de una ecografía y dos resonancias practicadas, se desveló una "laxitud capsular muy aguda. El hueso no estaba estable, sino suelto. Naturalmente, vuelve un poco a la normalidad, pero nunca a su sitio. La cápsula está tan alargada, que lo que van a hacer en la operación es recogérmela".

Humilde, reconoce que quizás el sobresfuerzo fue perjudicial. "Suele pasar que cuando fuerzas es peor y a lo mejor me estropeé compitiendo más". Ahora mismo no puede "ni con una barra de 15 -kilos-. Me podía haber roto el hueso o hacerme algo peor. En un primer momento no se curó bien y ahora están aquí las consecuencias", apunta.

Hernández entiende que ha transitado por "un año y pico muy malo", sobrecargado por un ciclo olímpico "con muchas competiciones", que requiere "estar al 100% tanto física como mentalmente. El sistema de clasificación es duro. No da tiempo de recuperarte bien para competir. Desde que padecí la primera lesión -su rodilla izquierda en el Mundial de Asjabad 2018, en Turkmenistán-, ya tuve que recuperarme rápido y meterme en otra alta competición, Europeo o Mundial. He ido arrastrando dentro del ciclo de lesiones".

"Lo malo", añade, "es que es que me tengo que perder el Europeo -de Moscú, en abril- y el poder luchar por una plaza en los Juegos. Mi idea era estar bien en la Copa del Mundo -Roma-, luego ir a Malta -International Open, entre febrero y marzo- y el Europeo: hacer esas tres competiciones estables y luchar hasta el final por Tokio".

"Me queda mucho por lograr"

"Me queda mucho por lograr"

Sincera, Atenery explica que ha "llevado bastante mal" el plano mental de las lesiones. "En el Mundial -de Pattaya- no solo me enfrentaba a lo físico, sino también a lo psicológico. En el anterior ya me había hecho daño -en la rodilla izquierda-. En los dos fue en arrancada. Superé todo eso y a Roma iba bastante bien. En diciembre, yo ya estaba cerca de mis marcas. Cuando ves que otra lesión te está echando para atrás, quitando la posibilidad de luchar por los Juegos o de competir bien, que es lo que yo quería, vuelves otra vez a caer. He tenido bastante mala suerte. Como dicen mi fisio y mi entrenador, si se te han puesto tantos obstáculos en el camino, igual es que no son los tuyos. Puede ser. Mentalmente, creo que me estoy volviendo más fuerte. Sé que todavía no he llegado a mi máximo y que me queda mucho por lograr. Tengo 25 años y, si todo va bien, puedo llegar a más", manifiesta una deportista que se ha apoyado en su psicóloga, gracias a la cual ha "superado bastantes obstáculos", y compañeros que también han tenido muchas piedras en el camino.

A por la Copa del Rey en la Isla

La catarata de infortunios que parecen haberse coronado con la lesión de hombro no amilanan la fortaleza de la halterófila insular. "He tenido que aceptarla; ya pasé la depresión y ahora no tengo otra cosa que hacer que recuperarme bien, bien, bien. Intentaré competir en la Copa de la Reina, que es en diciembre en casa -en el calendario de la Real Federación Española de Halterofilia está prevista el día 12 del último mes en las instalaciones del lagunero Estadio Francisco Peraza-. Antes, no sé si haré otra competición para coger buenas sensaciones y confianza".