Mereció el triunfo pero, a veces, con eso no es suficiente. Granadilla Egatesa y Madrid CFF igualaron ayer a dos goles en La Palmera. Los primeros 45 minutos fueron para las blanquiazules pero, tras el intervalo, el partido dio un giro de 180º. Las de Francis Díaz pasaron de protegerse con la pelota a acabar sometido y obligado a cambiar su planteamiento inicial; proclive al manejo de la posesión.

El Granadilla salió con el mismo dibujo que frente al Levante. Eso sí, el 4-2-3-1 tenía a diferentes figuras sobre el tapete. En el doble pivote, Paola Hernández acompañaba a Eva Llamas en detrimento de Clare Pleuler. La canterana pasó de la no convocatoria en Copa a la titularidad. La chicharrera salió más atrás de lo habitual. Joyce, por primera vez con el nuevo técnico, salió de extremo zurda. Mientras, con Silvia Doblado de enganche, el cuadro de Francis Díaz ganaba a una box to box que, además, no renunciaba al juego de toque.

Apenas sin tiempo para que los equipos se asentaran en el terreno de juego, y tras un primer susto en el área blanquiazul, un error en la basculación madrileña propició que Martín-Prieto quedara sola ante Poza; la sevillana aprovechó su estado de gracia para cruzar un balón ante el que nada pudo hacer la cancerbera visitante (1-0).

El gol hizo estragos en un Madrid que perdió su identidad. Diez minutos después (18'), Pisco colgó un balón milimétrico que no supo aprovechar Allegra Poljak. La serbia dispuso de más opciones, pero le sigue faltando el olfato que ya tiene Martin-Prieto. La nueve, en el 28', anotó en posición antirreglamentaria.

El Egatesa se fue adueñando del esférico sin caer en la horizontalidad. Además, cuando se encontraba en tres cuartos de campo, siempre buscó la espalda de la defensa contrincante; claramente su talón de Aquiles, sobre todo por el perfil izquierdo de la zaga, posición de una débil Antonia.

Una vez más, Eva Llamas. El rigor táctico de la futbolista catalana le daba sentido a cada jugada, ya fuera en situación de ataque o defensa. Siempre bien posicionada, siempre en el sitio exacto para alimentar el juego o apagar fuegos. Como evidencia: el segundo acercamiento de las de Óscar Fernández, lance en el que se interpuso para evitar el disparo sobre una Aline que tocó el balón más con los pies que con las manos durante los primeros 45 minutos.

Justamente antes del receso, Paola Hernández lo intentó desde 30 metros, pero el balón acabó en el larguero. Fue así como concluyó una primera parte claramente dominada por un Granadilla Egatesa que propuso y dispuso, eso sí, no supo matar al partido, y eso le pasaría factura.

Al inicio de la segunda mitad, Francis Díaz presentó una variante. El técnico sustituyó a una Joyce que, en la mayoría de situaciones defensivas, llegaba tarde; y, en ataque, no acababa de romper por dentro. María José, la elegida.

El inicio de los segundos 45 minutos, la antítesis de los últimos 20' del primer acto. Primero, las Guerreras concedieron espacios atrás que aprovechó la ex del Benfica Geyse para hacer el empate. Se veía a un Madrid más valiente pero, como suele ser habitual, el exceso de valentía no deja de ser una temeridad. Las locales, cuando habían pasado 60 segundos del 1-1, entraron por la banda más débil del oponente. Martín-Prieto cayó en banda para asistir a María José. La lagunera volvió a hacer bullir al graderío (2-1). Todo a la normalidad: María José marcando y el Egatesa nuevamente por delante.

De nuevo, el encuentro entró en letargo. Atendiendo al tanteador, cuantas menos cosas pasaran, mejor para las huestes de Francis Díaz, que pasaron a ser un equipo replegado atrás y que esperaba para salir a la contra. Salvo un libre directo ejecutado por Pisco y, desafortunadamente, desviado por su compañera Gavira cuando intentaba rematar, las blanquiazules no causaron peligro.

Una vez se superó el minuto 70, las de Matapiñonera, a través de una desequilibrante Cantuario, dispuso de dos acciones que salvaron entre el larguero y Aline, enviando a córner. Los fantasmas crecían aun teniendo a dos stoppers como Natalia y Pleuler.

Y llegó la igualada. En un saque de puerta de Poza, Pleuler no fue a la disputa área y, tras peinada, Cantuario se quedó sola ante una Aline que falló a la hora de intentar blocar el esférico (2-2). En los minutos finales, no llegó el gol que sí que apareció en el descuento frente al Real Betis y Sevilla.