Llega en buen momento, con casi cuatro meses de competición por delante, para conocer en profundidad la entidad y sus exigencias antes de empezar a tomar decisiones de relevancia con respecto al proyecto 20/21 del Tenerife. Pero habrá asuntos sobre los que deberá empezar a decidir en sus primeras semanas como director deportivo. Juan Carlos Cordero deberá, por tanto, acelerar su integración para responder a esas exigencias.

Reestructuración. Aunque se había valorado la posibilidad de incorporar dos ayudantes, finalmente solo se suma Santos Olmo a la estructura blanquiazul junto a Cordero. Llega procedente del Hércules, club al que se había incorporado el pasado verano para realizar labores de scouting. Con anterioridad trabajó en el Elche a las órdenes de Jorge Cordero, hermano del nuevo director deportivo tinerfeñista, y en el Cádiz junto a Juan Carlos y Quique Pina, a los que conoce de su etapa como jugador en el Ciudad de Murcia. Ricardo León y Toño Hernández estarán también en el equipo de trabajo del nuevo responsable del área deportiva, que deberá asignar las distintas labores una vez aterrice en la entidad el próximo lunes.

Renovaciones. El consejo de administración ya ha comunicado a los cuatro capitanes (Dani Hernández, Carlos Ruiz, Aitor Sanz y Suso Santana) la intención de prolongar sus contratos más allá del 30 de junio. El portero, ahora lesionado, ha jugado solo cinco partidos porque empezó como suplente de Ortolá. Pero los otros tres portadores del brazalete suman 17, 25 y 22 encuentros hasta el momento en Liga. El rendimiento que han ofrecido invita a tomar una decisión favorable y Cordero seguirá, probablemente, la línea marcada en este sentido. Con otros dos casos, Luis Pérez y Alberto, deberá explorar las opciones reales de lograr su continuidad.

Entrenador. Con menos urgencia, pero avalado por la trayectoria seguida a partir del mes de enero, la continuidad de Rubén Baraja en el banquillo blanquiazul es otro de los asuntos a abordar en estos primeros meses. El preparador pucelano, anunciado sin cláusula automática de renovación cuando se produjo su fichaje en el mes de diciembre, deberá sentarse en una mesa con Cordero si este decide que es el mejor indicado para dirigir al Tenerife 20/21. No obstante, habrá un margen prudencial de tiempo que podría abarcar hasta que la permanencia esté (casi) certificada. El nuevo director deportivo no tendría problema en aceptar que un técnico elegido con anterioridad a su llegada siga al frente del equipo. Miguel Concepción está, hasta ahora, satisfecho con el trabajo realizado por Baraja.

Primeros contactos. No más allá del mes de marzo se inician los seguimientos exhaustivos a futbolistas de Segunda B o de Segunda A que acaban contrato para elegir posibles refuerzos de cara al próximo curso. Es fundamental establecer las prioridades y llevar a cabo tanteos con los agentes de los futuribles para que conozcan el interés tinerfeñista. Cordero suele tener buen ojo en esta faceta.

Seguimiento. El que deberá hacer a los jugadores cedidos para asumir su regreso o buscar una salida definitiva en caso de que el rendimiento no sea el deseado. Malbasic, Mauro dos Santos, Naranjo, Shashoua y los canteranos Samuel Arbelo y Fede Olivera están en este caso.