El sueño por hacer algo muy grande se esfuma a las primeras de cambio. Después de un partido irregular y en el que fue casi siempre a trompicones, el Iberostar Tenerife sucumbió en los cuartos de final contra el Andorra. Lo hizo de una manera cruel, tras haber remontado en varias ocasiones desventajas que rondaron la decena (la última, 67-75, 33'), y no pudiendo aprovechar la bola final para ganar. Primero porque Huertas no tuvo la clarividencia que sí mostró durante casi todo el choque, y luego por los colegiados -con Hierrezuelo y Conde como denominador común a otras resoluciones polémicas de los canaristas- se tragaron varias personales -tónica habitual en los minutos finales pese a la desmedida agresividad defensiva de su rival-, entre ellas una muy clara a Konate en línea de fondo cuando el francés iba a recibir solo bajo canasta con tres segundos por jugarse.

Arrancó metido el Iberostar, sólido atrás (cerrando el rebote) y fluido delante, lo que le permitió disponer de situaciones liberadas desde el 6,75 (triples de Huertas y Konate) y encontrando a Bogris en las continuaciones (10-4). Sin embargo, entre una técnica absurda al propio interior griego y tres pérdidas seguidas, el Andorra volvió muy pronto al choque (10-9).

La entrada en pista de Shermadini permitió al Iberostar fijar cerca del aro (16-11) con cuatro puntos y una asistencia, pero donde realmente sufrió el cuadro canarista fue con los pequeños. Primero con Massenat, tan intenso detrás como vertical delante, y a continuación con Todorovic, certero desde el perímetro (3/3 en triples) y fiable en el tiro libre (2/2). El alero montenegrino se había ido a los 13 puntos en apenas nueve minutos para encender las primeras alarmas en los isleños (21-26).

Salió del atolladero el Canarias gracias a su acierto en el tiro de tres, con dos triples de Yusta y otro de Díez (32-31) para un 5/7 global. Aportación, sin embargo, insuficiente, ya que solo sirvió para paliar varios despistes, como un rebote mal cerrado que palmeó a placer Pérez, una pérdida (la cuarta) de Huertas, o un pésimo balance que acabó con canasta de Pérez y un triple de Walker tras el rebote del adicional (32-36).

Con Shermadini tapado cuando trataba de girarse (y además errando lo sencillo cuando se quedaba con un pequeño), al rescate salió Huertas, aunque los seis puntos del brasileño no sirvieron para devolver a la tranquilidad a los de Vidorreta, que tuvieron que lidiar con dos enormes fugas de agua. Por un lado, la mano de Diagne, infalible cuando se atrevía desde cinco o seis metros (4/4 en el cuarto) y también penetrando (42-48). Y por el otro, las segundas opciones, un total de cinco en el segundo periodo.

Llegaron incluso los del Principado a jugar dos veces para el +9, pero no estuvieron finos desde el arco, y con un poco de paciencia el Canarias al menos afrontaba el descanso sin haberse hundido. Eso sí, cinco abajo, habiendo encajado 49 puntos, cifra prohibitiva para aspirar a meterse en semis, y quizá lo más preocupante, sufriendo en las transiciones y dejando que el Andorra impusiera el ritmo que más le convenía.

No mejoraron las prestaciones aurinegras a la vuelta de vestuarios, con dos pérdidas seguidas, un triple encajado y con Shermadini incapaz de frenar en el poste bajo a Musli (44-54). Ahora sí se habían activado todas las luces rojas. Pero como en el segundo acto, el Canarias resurgió sumando de tres en tres, con un +1 de Gio, dos triples de Salin y otro de Huertas (59-59).

Había partido, y también nuevas sensaciones para los isleños. O al menos esa era la teoría, porque todo volvió a dar un giro de 180 grados. El Iberostar dejó de estar acertado desde el arco y cometió tres pérdidas seguidas, al tercera de ella con Shermadini haciendo su cuarta falta. Aire fresco para el Andorra que aprovechó la situación para dar otro arreón (59-68).

Logró frenar la sangría el cuadro lagunero? pero solo eso, ya que si bien recuperó su tino desde el perímetro (65-70), no lograba enlazar dos acciones positivas, con el agravante de entrar en bonus cuando todavía restaban 7'09" para el final. Eso metió el partido en un intercambio de golpes que en nada favorecía a los laguneros (70-77). Pero de nuevo apareció Huertas para comandar un parcial de 8-0 con el que los isleños recobraban la delantera después de muchos minutos (78-77).

Con tres minutos por delante se avecinaba un final de infarto, en el que el Andorra amagó con sentenciar (80-84), antes de que un 2+1 de Gio y una penetración de Huertas devolvieran la delantera a los laguneros (85-84). Llovet anotó rápido con 27 segundos por jugarse (85-86) y el Canarias atacó largo para ganar. Huertas amasó un balón que le interceptaron con un pie a ocho del final. Nueva intentona, pero el brasileño pisó línea de fondo. Tres segundos para un milagro que pareció llegar provocando el propio Marce falta en ataque, pero en el siguiente saque de fondo los colegiados miraron para el otro lado y no vieron como Senglin arrollaba a Konate, que no pudo recibir. Ahora sí, se esfumaban las opciones aurinegras de meterse, por tercer año seguido, en semifinales.