Miguel Concepción ha elegido a Juan Carlos Cordero para que dirija el nuevo proyecto deportivo del CD Tenerife. Si las negociaciones que ya están en curso prosperan en el sentido y ritmo deseado, será presentado la próxima semana en el Heliodoro Rodríguez López. En principio, la idea es que el profesional murciano llegue acompañado de dos ayudantes y estampe su firma como director deportivo blanquiazul hasta el 30 de junio de 2023.

En esta ocasión, y a diferencia de noviembre de 2018 tras la salida de Alfonso Serrano, no habrá casting para elegir al sucesor de Víctor Moreno. Fueron varios los candidatos con los que se reunió entonces el club insular antes de decantarse por el conquense. Pero esta vez, y aunque los ofrecimientos han sido múltiples, Cordero ha sido el preferido desde el primer minuto.

Su desvinculación completa del Cádiz CF, que se produjo de forma amistosa después de que un litigio judicial diera la razón al murciano, llegó en noviembre del año pasado. Desde entonces, está en el mercado. Su conexión con Quique Pina también ha quedado diluida en los últimos tiempos, puesto que el que fuera presidente y propietario del Ciudad de Murcia y el Granada CF está centrado ahora en recuperar el control de la entidad gaditana. "Estoy listo para escuchar a otros. Nuestra amistad no se ha resentido. Tenemos una forma de ver el fútbol que es compatible desde la discrepancia. Somos dos personas con carácter fuerte que hemos compartido una gestión con éxito, diciéndonos las cosas claras y sacando rendimiento", comentó hace unos meses Cordero.

Salvadas estas circunstancias, del elegido se valora su conocimiento del mercado nacional y la cartera de jugadores que controla también en el extranjero. Además, y en contraposición con el que sería su antecesor en el cargo, es un hombre con capacidad para manejar un vestuario y construir una plantilla con capacidad para pelear por el ascenso. Lo logró en el Granada CF, al que condujo desde la Segunda B hasta la máxima categoría. Pero también en el Cádiz, cuya exitosa base actual se considera obra suya.

Álvaro Cervera se lo reconoció después de su salida. "Cordero estaba casi todos los días en los entrenamientos y su forma de ver la dirección deportiva era muy cercana. Estaba muy próximo a mí y cualquier problema me dirigía yo a él. Estaba muy al tanto", destacaba entonces el que fuera entrenador del Tenerife.

Dicen los que le conocen que Cordero va de frente. Suele dar titulares en sus comparecencias porque no le importa mojarse en cuestiones de actualidad, pero también sabe ser prudente en los temas importantes. Otro apartado avala su fichaje: tiene buen ojo para los futbolistas jóvenes. A él le debe el Cádiz traspasos como los de Álvaro García al Rayo Vallecano o Manu Vallejo al Valencia CF, que supusieron 10 millones de ingresos fijos en las arcas amarillas y otros cinco en variables. La operación de este último se produjo ya con Óscar Arias en la dirección deportiva, pero fue el candidato a dirigir el próximo proyecto blanquiazul el que promocionó al delantero che. "Cordero me dijo que lo usara en pretemporada, sin presión, y al final te gana él la partida; no a mí, sino al fútbol", desveló Cervera cuando se conoció la salida del atacante.

Los próximos días resultarán determinantes para conocer si la negociación culmina, pero el exdirector deportivo del extinto Ciudad de Murcia, el Granada y el Cádiz ha mostrado ya su total predisposición a tomar las riendas del área deportiva tinerfeñista. El reto de lograr otro ascenso le llama la atención por la consideración de histórico del club y su masa social.