Txus Vidorreta le otorgó un "valor enorme" al título conquistado por el CB Canarias, principalmente por la oposición que presentó un rival del prestigio de la Virtus. En el plano personal, confesó que lleva un lustro increíble por sus éxitos en el equipo tinerfeño y también en el Valencia y la selección.

"He tenido la oportunidad de ganar la Intercontinental tras haber conseguido la Champions con el Canarias, y si lo uno a la Supercopa con el Valencia y a la medalla de oro como ayudante de Scariolo en el Eurobasket y la de bronce en los Juegos Olímpicos, se completan cinco años que no me los creo", reconoció el entrenador del Iberostar Tenerife, dispuesto a "seguir luchando" para llevar al equipo aurinegro a más experiencias como la de ayer en el Santiago Martín o, mirando al futuro inmediato, a cotas altas de la Copa del Rey, como las semifinales que jugó en ediciones anteriores. "Ahora hay que disfrutar de esta victoria, ofrecérsela a todos los que nos han apoyado y empezar a trabajar el martes con vistas a ese partido tan duro ante el Morabanc Andorra", dijo refiriéndose al duelo de cuartos de final de la Copa del Rey.

Vidorreta repasó el brillante recorrido del club en las últimas temporadas. "Lleva cuatro finales a cuatro y tres títulos; somos un equipo que compite bien todos los días, especialmente en la mayoría de días importantes, y esto es una continuación", comentó el técnico vizcaíno. "Este es el segundo título de la Copa Intercontinental y el primero logrado en el formato de final four. Además, ha sido contra la Virtus, que es el actual campeón de la Basketball Champions League y líder de la Liga italiana. Eso es algo que le da un enorme valor al título", destacó.

En cuanto al desarrollo del partido, situó la clave en la captura de rebotes. "Al principio tuvimos fallos, incluso en tiros cómodos, mientras que ellos empezaron poniéndose rápido con un 7-0. Pero el equipo reaccionó de forma impresionante en los 5 últimos minutos del primer cuarto con la entrada de Gio; otra vez el Gio decisivo, el que cobra faltas y juega con respeto hacia el rival, sus compañeros y los árbitros. Eso nos permitió darle la vuelta al resultado y empezar a controlar ventajas de unos diez puntos hasta el final del tercer cuarto y el inicio del último. Ahí nos volvimos a atascar, pero el equipo estuvo fantástico en el rebote; esa fue la clave", resumió.