El Santa Úrsula se alzó con tres vitales puntos en su lucha por conseguir la salvación en el grupo canario de la Tercera División al doblegar a todo un filial del CD Tenerife (2-1). Primera parte seria, con mucho respeto por parte de los dos equipos, con un Santa Úrsula que estuvo mejor que el filial. Conforme fue transcurriendo el período inicial, el equipo de Rubén García se puso el mono de trabajo, lo que le permitió disfrutar de las mejores ocasiones. El Tenerife B, agazapado en su parcela del campo, no se sintió nada cómodo para desplegar su habitual estilo de juego. Rebasado el cuarto de hora, un centro de Pedro, lo remató Chus de cerca, y el balón se coló por debajo de los pies del guardameta blanquiazul Víctor. Se esperaba más de los visitantes, pero el Santa Úrsula tuvo el control en todo momento. Rebasada la media hora, Brian Martín pudo poner las tablas con un remate de cerca, que se encontró con la excelente intervención del cancerbero local Juanje. A continuación, los rojilos pudieron ampliar las distancias con una chilena de Chus, que se estrelló en el travesaño. Antes del descanso, una acción de Miguel, con todo a favor, tras un centro de Davis Soto, no encontró los tres palos de la portería de Víctor.

En la segunda parte, mejoró el Tenerife B ante unos chicos de Rubén García, que aguantaban el tipo sobre el campo. El equipo local que tuvo nuevamente en Chus una buena ocasión de ampliar las distancias. Sin embargo, lo que llegó, en el minuto 65, fue la igualada de Brian Martín, de tiro cruzado y raso establecía el 1-1. Poco duro la alegría al Tenerife B ya que tan solo dos minutos después, Chus fue derribado por el blanquiazul Pedro dentro del área, señalando el colegiado la pena máxima. El nombrado atacante rojillo tomó la responsabilidad y no falló para marcar el que a la postre fue el tanto de la victoria. Hasta el final, mucho nervios y tensión. El Tenerife B pudo rescatar un empate con un remate de Adri, de espaldas, que se encontró con la salvadora parada de guardameta local Juanje para evitar el tanto visitante, al final justa y merecida victoria.