Después de tres jornadas, el Atlético de Madrid reencontró la victoria y el rumbo en la Liga frente al Granada, de nuevo agarrado a sus dos valores más indudables en el presente: Correa, goleador de nuevo, y Oblak, salvador una vez más para retener otro triunfo.

Desde el 1-0 del atacante, fruto de la presión tremenda con la que abordó el conjunto madrileño los primeros diez minutos, a la intervención definitiva del portero, cuando se sentía al filo del empate, también en el único remate entre los tres palos de su adversario, el Atlético mantuvo la inconstancia en la que vive.

En seis minutos, el 1-0. Lo marcó Correa, cuya revalorización actual es indiscutible. Ha sido un elemento esencial en ocho de los últimos diez goles de su equipo. Después, entre pitos, entre una evidente inquietud defensiva, el Atlético sintió de nuevo el miedo, pero lo salvó Oblak, con una sensacional parada a Soldado (72').