"El Tenerife requería mi compromiso". Es una frase que resume el corto recorrido que tuvo el intento del Cádiz de fichar a Aitor Sanz en el mercado de invierno, cerrado el pasado viernes. Aunque "a nadie le amarga un dulce", tal como confesó ayer, el futbolista no quiso forzar su salida del equipo en el que está cumpliendo su séptima temporada seguida. No era el momento, por muy tentadora que resultara la opción de sumarse a una plantilla que va camino de subir a Primera División y que, por si esto fuera poco, tiene como entrenador a alguien a quien admira el jugador madrileño. Coincidió con Álvaro Cervera en el Tenerife durante dos campañas y media, tiempo suficiente para que se convirtiera en uno de los técnicos más influyentes de su carrera. "Es de esos que te enseñan cosas". Sus caminos no se volvieron a unir en enero, pero sí podrían cruzarse más adelante. Aitor dejó abierta esa puerta sin establecer plazos. "No escondo que me gustaría trabajar en un futuro con Cervera".

Centrado en la misión de apartar al Tenerife del peligro del descenso, Aitor admitió que fue "un halago" que Álvaro solicitara su contratación. "Es un entrenador al que admiro, con el que tengo una buena relación y con el que no escondo que me gustaría trabajar en un futuro, porque me gusta mucho su idea de juego y su filosofía", comentó antes de recordar en qué lugar está cada uno. "Él se debe al Cádiz y yo al Tenerife", indicó un Aitor "totalmente implicado" con un club que "se ha comportado de manera excepcional" con él y al que está "infinitamente agradecido". Su irrupción en el mercado de enero, a petición del Cádiz, acabó convirtiéndose en otra muestra de fidelidad de Sanz. "En estos momentos, el Tenerife requería mi compromiso y se lo tenía que devolver, porque se lo merece y porque se ha portado genial conmigo", insistió el capitán.

Se trata de un estrecho vínculo que, en términos contractuales, deja en el aire la duda de su continuidad, ya que Aitor tiene contrato hasta el próximo 30 de junio. Aunque se da por hecho que su situación formará parte del "boceto de futuro" del que habló Víctor Moreno el pasado martes, dándose un tiempo de un mes aproximado para resolver todos los asuntos pendientes, el mediocentro no despejó la incógnita. De hecho, se limitó a indicar que "las cosas caerán por su propio peso". En cualquier caso, se mostró "tranquilo" y señaló que su prioridad pasa ahora por volcarse en "sacar los partidos adelante, porque eso es lo más importante".

No obstante, la incertidumbre crece por la confesión del protagonista de tener como objetivo un reencuentro profesional con Cervera. Sanz, de 35 años, no lo dijo pensando en una teórica introducción en la carrera de entrenador siendo ayudante del actual técnico del Cádiz, sino aportando desde césped. "Hablaba como jugador", puntualizó extendiéndose en los elogios a Álvaro. "Es un entrenador de esos que te enseñan cosas, y eso no es fácil de encontrar", aseguró Sanz.

Ve a Milla rumbo a Primera

La de Aitor no fue la única salida bloqueada en el Tenerife dentro de la ventana de invierno. Otro centrocampista blanquiazul, Luis Milla, también recibió ofertas de equipos de Segunda. Sanz se puso en su lugar y reconoció que su compañero vivió una "situación difícil", ya que manejó propuestas "importantes" y se llegó a la "conclusión de que se iba a quedar". Defendiendo el "compromiso" de Milla, Aitor se mostró convencido de que el portador del dorsal 6 de la plantilla "hará un gran final de temporada y jugará en Primera División la temporada que viene".