Dicen que quien mucho abarca poco aprieta. Y de ese caso del refranero popular pretende huir el Iberostar Tenerife, que arranca esta tarde, con la visita al Santiago Martín del FC Barcelona, los que bien podrían ser los 15 días más frenéticos de toda su historia. En estas dos semanas los isleños afrontarán partidos -entre cinco y siete- en cuatro competiciones diferentes, de las que dos, la Copa Intercontinental y la Copa del Rey, serán prácticamente a un todo o nada. Viajes de por medio, apenas unas horas de descanso entre choque y choque... Si los aurinegros solventan este tramo de forma favorable -luego habrá parón por las ventanas FIBA- tendrían casi cubierto el capítulo de necesidades del presente ejercicio.

Dos en menos de 48 horas. "Estamos muy bien, en un buen momento, incluso mejor de lo que podíamos imaginar. Y creo que nos encontramos en condiciones de poder estirar este estado de forma las dos próximas semanas", señalaba el viernes Txus Vidorreta, técnico canarista. Una prolongación en el pico de forma que pasa hoy su primera y exigente prueba, la de la visita a la Isla del Barça. Apenas 12 horas después los isleños viajarán a Alemania (vía Barcelona) para enfrentarse el martes al Bamberg, un duelo que los aurinegros necesitan ganar para acabar primeros de su grupo en la Champions. Sin respiro, los laguneros volverán a Tenerife el miércoles y dispondrán de menos de 48 horas para preparar la semifinal de la Intercontinental, que tendrá un segundo episodio el domingo 9, bien con la final o bien con la lucha por el tercer puesto.

La protección del jugador. Más allá de la ambición y la ilusión que le supone luchar por un título, no le hace mucha gracia a Vidorreta esta concentración de encuentros. "Que el que haya dos partidos con solo 48 horas de diferencia es lo que los entrenadores más tememos; con tres noches de descanso ya la cosa cambia", expresaba esta semana el técnico de los tinerfeños. "Creo que a la larga, aunque no sé de qué manera, debería tenderse a proteger la salud de los jugadores no programando partidos con menos de tres noches de descanso... pero eso no está en mis manos", añadió el bilbaíno con cierta resignación.

El último estirón. Lo más lógico es que el lunes 10 sea el único día de descanso en estas dos semanas para los aurinegros, que ya el martes deberán centrarse en la preparación de la Copa del Rey. Los isleños, por normativa de la competición, viajarán el miércoles a primera hora a Málaga, estando previstos al menos tres entrenamientos en la ciudad andaluza: el mismo viernes por la tarde, otro el jueves y una última sesión el viernes a primera hora, toda vez que su duelo de cuartos ante el Andorra está programado para las 18:00 horas de ese día. En caso de saldar de forma airosa ese choque, el Canarias volverá a jugar apenas 24 horas después. Hacerlo de nuevo el domingo por la tarde, para culminar esas dos semanas de órdago, lo firmarían ya mismo en el vestuario canarista. Verse en la final de Copa del Rey merecería el enésimo esfuerzo.