Después de ceder a la canterana Marina Puebla al transalpino Ravenna, de Segunda División italiana, el UDG Tenerife DKV recibe (12:00 horas) en La Salud al Juan Grande de Gran Canaria. Será el segundo duelo de rivalidad regional consecutivo -hace una semana se vio las caras con el Femarguín-. Con Antonio González al mando, las Guerreritas parecen haber salido a flote, así lo corrobora un bagaje de cuatro triunfos de los últimos siete choques y tan solo dos derrotas.

Un triunfo con mucho más que tres puntos en juego. El UDG Tenerife DKV ya aventaja en 12 puntos a la Unión Deportiva Tacuense, equipo que marca la zona roja de la tabla clasificatoria; para más inri, el Juan Grande es un rival directo por la permanencia -decimoquinto, con quince puntos-. Si una victoria hoy no asegura matemáticamente la permanencia, sí que la deja muy a tiro.

Más allá de la consabida ausencia de Marina Puebla, jugadora que comenzó la pretemporada con el primer equipo, el conjunto filial dispone de armas como Kayla Adamek, Wilmary Argüelles y Taylor Porter; jugadoras que llegaron con ficha B en el reciente mercado de fichajes invernal. El cuadro de San Bartolomé de Tirajana también se ha movido con astucia para incorporar a futbolistas como Ainhoa Plaza, Zoraida Rubio y la argentina Gisele Montenegro. Esta última parece ser la pieza que le faltaba por el carril diestro a Rubén López; sustituto de Belén González en la dirección técnica.

Las sureñas llegarán a La Salud siendo un equipo más equilibrado y con una mayor respuestas defensiva que al inicio del campeonato donde, pese a conseguir varios triunfos, les costaba dejar la portería a cero. Desde esa premisa también ha crecido un UDG que salió goleado de su visita al Juan Grande en la primera vuelta (5-2). Cindy García, sin lugar a dudas, ha sido un lujo para una zaga que adolecía veteranía y jerarquía.