¿Por qué eligió Tenerife? ¿Hasta cuándo estará en la Isla?

Llegué el 7 de enero y tengo fecha de regreso el 5 de febrero. Lo que pasa es que me quedaré más tiempo. No sé hasta cuándo. Es como todo lo que está pasando últimamente. Los últimos cuatro meses han sido de una preparación fluida, en línea de la meditación, silenciosa, llena de quietud… Originalmente, el plan era ir a Sudáfrica a competir. No pensaba en Tenerife. Al final, hablándolo con el equipo, nos dimos cuenta de que iba a ser mucha mejor idea estar aquí. Se presentó solo el plan. Aquí estamos Mike y yo, atravesando este camino que está siendo muy bonito. Si no voy a estar en Sudáfrica, ¿dónde mejor iba a estar entrenando bien en calor? No voy a estar en Texas o Arizona. Aquí, en España, tenemos un sitio maravilloso. Ahora hay poca gente, pero hace dos o tres semanas estaba lleno. Parecía el Campeonato de Europa. Estaba el equipo italiano, alemán, noruego, francés, inglés, eslovaco, estonio… No se podía entrenar al mediodía.

Hace poco estuvo aquí el equipo de relevo 4x400. ¿Cuándo se podrá incorporar?

Este año no podré. La lesión del Aquiles ha hecho que no pueda entrenar volumen. El enfoque de este año ha tenido que ser hacia el 100 y el 200. Ahora mismo puedo permitirme dos entrenamientos por semana para prepararlos. Tuve la lesión del tendón haciendo entrenamientos de 400. En un año tan importante como este, con Tokio como meta, no pienso que pueda arriesgar un sueño tan grande. No sé si volveré a tener otra oportunidad como esta.

A su colega y miembro del conjunto de relevos, el palmero Samuel García, ¿qué le falta para acabar de despuntar?

No le falta mucho. Yo diría que ya lo tiene todo. Lo que pasa es que tiene que encajar todo en el momento adecuado y tener un pelín de buena suerte. Hace cinco años, yo iba lento porque no era mi momento. Me tocó dar el petardazo en 2016. Quizás este año me toque algo más. Creo que su mejor momento está por venir. Personalmente, lo que me viene bien es estar con compañeros como Samuel para hablar, elevarnos anímicamente, entender los momentos de sufrimiento. Samu es una gran ayuda anímica para mí cuando estoy en Barcelona. Es un buen amigo.

En relación al 400, el 19 de mayo de 2018 regresó a la competición en el Ciat de Tíncer tras su accidente de coche, estableciendo su plusmarca personal en la distancia -45:96 segundos, que luego serían rebajados por él mismo-. Ya está confirmado el recinto como sede del Campeonato Iberoamericano de este año. ¿Le veremos por aquí?

Es probable que no. Mi calendario de este año es específico. Aún no sé exactamente las carreras que voy a hacer.

¿Ni siquiera la primera?

Probablemente, sea en marzo en Sudáfrica. Pero claro, ahora llevo casi una semana sin poder entrenar. Renuncio a la pista cubierta. Tengo pubalgia y he descartado hacer el 400. Sesenta tampoco haré: es demasiado explosivo. Me suele dar problemas en mi psoas y aductores. Haré 100 y 200 al aire libre.

“Siempre será una pista especial”, dijo tras completar aquel retorno en la calle cinco del Ciat.

Es un recuerdo que tengo en la mente, pero también en el corazón. La pista del Estadio Olímpico de Berlín y la de Tíncer son las dos únicas que he besado en mi vida. El estadio -Ciat- es pura belleza. Es de los más bonitos que he visto. Parece que sales a un coliseo. No sé, siento que Canarias la tengo muy cercana a mí: mi representante -Alberto Armas- es canario -herreño-, colegas de entrenamiento en Barcelona son canarios... Quizás el alma la tenga un poco isleña.