Triunfo sin despeinarse. El Iberostar Tenerife cumplió los pronósticos al doblegar con suma facilidad al VEF Riga y mantenerse así como líder del Grupo C con solo una jornada por jugarse. Los isleños mandaron en el electrónico desde el inicio gracias a la impronta de inicial de Huertas (13-2) y aunque el cuadro letón amagó con la remontada (20-17), el conjunto canarista se mostró muy aplicado primero en el tiro libre y certero luego desde el 6,75, donde Sasu Salin (6/8) fue determinante para sentenciar el choque en el arranque del tercer periodo (60-34). Con muchos minutos para la segunda unidad (Huertas solo estuvo en cancha 16 minutos y Shermadini 8), y pese a una renta que fue cada vez mayor (87-48, 36'), los isleños no levantaron el pie del acelerador, en especial en defensa (14 recuperaciones con Lundberg y Konate de estiletes) para ratificar su claro triunfo con solo una jornada por disputarse.

El arranque canarista fue arrollador, en especial por la impronta de un motivado Huertas que sacó tajada (cinco puntos) de una antideportiva provocada por un robo, para luego anotar en penetración, y de nuevo desde el 6,75. Doce de los 13 primeros puntos aurinegros llevaron su sello para que los locales se dispararan hasta el 13-2 en lo que parecía iba a ser un choque plácido. Más aún cuando el Riga no estaba dando una a derechas en el tiro (1/9). Pero entre un par de canastas cerca del aro de Krajina y la aportación desde el perímetro, los letones se metieron en partido (20-17).

Sin la chispa de entrada, sobrevivieron los laguneros durante cinco minutos con la producción en exclusiva desde el tiro libre (24-19). Sobre el papel suma insuficiente ante un adversario que más espabilado, pero entre que los aurinegros convirtieron del 4,60 su hábitat (13/16 en apenas 12'30") y estuvieron algo más atinados en el tiro de tres (Yusta y por tres veces Salin), la renta tinerfeña creció alcanzó su tope hasta ese momento (42-23, 17'). Ahora sí, situación de partido más lógica, y deseada para los aurinegros, cuyo técnico comenzó a dar cancha a su segunda unidad con jugadores como Guerra y Konate.

Aprovechando la inercia de la primera mitad y como si quisiera enmendar de un plumazo sus flojas prestaciones de los partidos más recientes, Salin siguió viendo el aro como una piscina en el arranque del tercer cuarto. Así, en apenas cinco minutos el finés firmó un 3/3 en triples, a lo que añadió dos libres más fruto de una personal provocada en otro tiro de tres. Arsenal de sobra para terminar de romper el choque (60-34) con todavía 15 minutos por delante.

Como antes del descanso, el panorama perfecto para dar entrada a una segunda unidad que lejos de desentonar mantuvo la tendencia alcista de los laguneros. Esta vez no siendo letales desde el perímetro, sino apretando los dientes atrás (provocando varios robos y llevando a que su rival agotara la posesión en un par de ocasiones) y siendo imparables corriendo a campo abierto. Una combinación en la que mucho tuvieron que ver Konate y Lundberg para que el colchón canarista alcanzara ya la treintena (71-41, 28').

Con todo decidido, los últimos diez minutos no tuvieron mayor historia, aunque sí le sirvieron a Konate para ganar en confianza, ya que el galo ofreció un derroche físico en los dos lados de la pista para ayudar sobremanera para que la ventaja canarista tocara techo con el 87-48 (37'). Ahora, toca pensar en la campanada el domingo contra el Barça y en la visita al Bamberg del próximo martes, en la que a los laguneros solo le vale ganar -tras la victoria de ayer del Nymburk en Mornar- para ratificar su primera plaza con la que afrontar en la mejor disposición posible las eliminatorias por el título.