¿Cómo sentó en el entorno del Athletic el emparejamiento con el Tenerife en la Copa del Rey?

Cuando en un sorteo hay varios equipos de Primera División y te toca uno de Segunda A... Aquí, todo el mundo quería tener como rival a un equipo de Segunda B, pero solo había dos (Cultural Leonesa y Badajoz). Y como no pudo ser, pues que nos toque uno de Segunda. De todos modos, está claro que una eliminatoria de la Copa del Rey a un partido, con un público tan fiel y una afición que aprieta tanto como la del Tenerife, es para tomársela muy en serio.

El Athletic tiene el aviso de la ronda anterior ante el Elche.

Pues sí. Está el aviso del Elche, pero también el de la Cultural Leonesa (eliminó al Atlético en dieciseisavos) o el de todos equipos de Primera que han ido cayendo. Se está demostrando que el hecho de jugar en la máxima categoría no te asegura lograr un pase a la siguiente ronda. Hay que jugar y ganar, y se está viendo que los equipos de Segunda aprietan mucho y tienen un nivel futbolístico que no es nada malo. Por lo tanto, se complican mucho las cosas.

La derrota del Valladolid en la Copa también le habrá servido de pauta a Gaizka Garitano.

El Athletic tiene una imagen muy clara, que es la eliminatoria entre el Tenerife y el Valladolid. Aquí ya saben que un equipo de Primera cayó en el Heliodoro Rodríguez López. Eso quiere decir que el Tenerife tiene algo más.

¿Tiene referencias del Tenerife?

Da la sensación de que el Tenerife ha mejorado con Rubén Baraja. Además, a la Isla le habrá venido muy bien el resultado del derbi, porque basta que puntúes en el campo de la UD Las Palmas para que la gente se ilusione por la rivalidad tan grande que hay entre los equipos. Aquí, en Bilbao, existe un muy buen concepto del Tenerife, incluso durante la época en la que jugó en Primera. En particular, yo le tengo mucho cariño. Estuve solo dos meses en el club como entrenador. Llegamos hasta la última jornada luchando para salvarnos y no lo conseguimos, pero me encontré muy a gusto en la Isla. La pena es que no llegué antes.

¿Le faltó tiempo?

Llegamos a la última jornada (derrota ante el Athletic en el Heliodoro) con opciones de salvarnos, pero en esas semanas hubo un problemón con dos jugadores que habían tenido un follón con una parte del público...

¿Se refiere a lo que pasó con Bruno Marioni y con Lussenhoff tras la derrota con el Valladolid?

Sí. Eso nos complicó un poco el tema. Tuvimos que aceptarlo y estuvimos a punto de salvarnos. Me habría encantado. Fui al Tenerife por mi amistad con Javier (Pérez), el presidente. Éramos amigos, me llamó y le respondí que sí, que aunque el Tenerife estaba en la cola de la clasificación, lo íbamos a intentar. Y estuvimos a punto. Aquel equipo no era malo.

La penúltima jornada coincidió con el derbi en el que el Tenerife ganó con el gol de Marioni. ¿Qué recuerdo guarda de ese partido?

Me parece que Fernando Vázquez estaba entrenando a Las Palmas. Faltando tres meses nos veían muy lejos a nosotros y al final les ganamos y los que descendieron antes fueron ellos.

¿Fue un descenso menos doloroso por ese triunfo en el Insular?

No sé. Por lo que percibía en la gente que venía al Heliodoro... Es una afición muy unida a su equipo y ese descenso fue muy doloroso para mí. Hice lo imposible para lograrlo. Me dio pena, porque el público es muy bueno y muy fiel.

¿Ha vuelto al Heliodoro?

No he regresado al estadio. Sí he viajado a la Isla más de una vez. Pero no pasé por el Heliodoro. En realidad, iba a ir para este partido de Copa, pero resulta que esta semana estaré de viaje. Me da pena. Cuando salió el sorteo y vi que nos había tocado el Tenerife, no me lo podía creer, porque me habría gustado estar y no podré. La verdad es que ya podía habernos tocado en la siguiente eliminatoria...

¿Qué nombres le vienen a la mente de esa estancia en la Isla?

Tengo amigos en Tenerife. Ya no quedan jugadores en activo, pero sí hay algunos que son entrenadores, como José Luis Martí, en el Girona. Aparte de eso, otros como Fuertes o Bruno (Marioni) volverían a Argentina. También he tenido contacto con algunos periodistas y con los amigos que tengo en la Isla. Luego, soy muy amigo de Juan Padrón; eso está claro.

¿Cuál es su relación actual con el fútbol?

Veo muchos partidos y suelo ir a San Mamés. Luego, como estoy con la selección de Euskadi, también voy a Éibar, a San Sebastián... Fundamentalmente, estoy viendo jugadores vascos.

¿Le gusta el Athletic?

Digamos que está teniendo un poco de todo. En casa aprieta más y fuera está teniendo más dificultades. Tiene problemas de gol y está claro que todos los equipos a los que les cuesta marcar, al final andan muy justos de resultados. Y cuando pasa eso, te puede ganar cualquiera. Por ejemplo, en la eliminatoria de Copa anterior, en Elche, ganamos en los penaltis y de casualidad.

¿El punto débil es el gol?

Defensivamente andan muy bien, pero el hándicap que tiene es el de no contar con un hombre gol. Ha caído Aduriz, que está lesionado, y no sé si le van a dar más confianza a Villalibre, pero creo han empezado a ponerlo muy tarde. Villalibre lleva dos años en el Athletic y empezó a jugar el domingo pasado, cuando ha estado toda la temporada en la plantilla. No sé qué va a hacer Garitano; él sabe mejor que yo cómo está el equipo. Pero lo que sí se ve claro es que tienen el problema del gol.

Después de jugar tres finales en la última década, ¿en el Athletic se toman la Copa como una oportunidad para optar a un título?

Sí, porque ganar la Liga, tal como está la cosa este año y tal como vamos nosotros, es imposible. ¿Qué torneo podemos ganar? Podemos ganar la Copa del Rey. Pero hay que ir paso a paso a ver qué pasa. Todavía queda otra ronda a partido único y ya dependería del adversario y del campo. Si es en San Mamés, los rivales son menos rivales, pero si es fuera, tienes dificultades ante los de Segunda.

¿Qué le parece el formato de Copa estrenado esta temporada?

Le ha dado un aliciente. A los equipos de Primera les está creando una mayor dificultad. Es algo bonito, pero también es todo más difícil. Para los clubes de la máxima categoría no es tan cómodo. También es problemático para los entrenadores, porque si te elimina un equipo de Segunda, al que echan es al que está en el banquillo. Para ganar los eliminatorias a partido único hay que jugar muy bien en ese momento. Si no, si juegas mal, un te puede ganar un rival modesto, porque hay faltas, saques de esquina, remates... Y luego te hacen un gol y remontar no es tan fácil. Lo que se está viendo en esta Copa es un espejo para los clubes de Primera y los jugadores. Se dan cuenta de que no se pueden confiar y que antes de jugar no se pueden ganar los partidos.