Marea blanquiazul. Cargados con las armas de la ilusión, camisetas, banderas, gorras y bufandas, los cientos de aficionados blanquiazules se dirigen al estadio dónde los dos equipos representativos del fútbol canario volverán a tener una cita por todo lo alto en el que los chicharreros se juegan algo más que tres puntos.