El malestar con el VAR no es algo exclusivo de la Liga española. El videoarbitraje se utiliza en todos los grandes campeonatos europeos y las críticas son unánimes. Suelen enmascararse haciendo referencia a una mala aplicación de la tecnología y la siguiente petición es una revisión de las normas, pero la conclusión global es que el VAR no ha mejorado gran cosa. Ni en Alemania, ni en Francia, ni en Italia ni en Inglaterra, donde se ha estrenado esta temporada. La Premier clama contra un sistema obtuso.

El tramo navideño fue el mejor ejemplo de la convulsión que se vive en Inglaterra con una innovación defendida al principio por algunos técnicos y vilipendiada ahora por casi todos, empezando por Pep Guardiola. "El VAR es un desastre total. Cada fin de semana falla. Por suerte, la próxima campaña funcionará mucho mejor", soltó el técnico del City tras el partido contra el Sheffield United del 29 de diciembre.

"Esto ya no es fútbol"

El palo del técnico catalán tenía su miga, ya que su equipo ganó por 2-0 y Pep se refirió a un gol anulado al rival por un fuera de juego milimétrico imposible de ver. Esa situación causó que los hinchas de ambos equipos se unieran en un cántico contundente contra el VAR: "Esto ya no es fútbol".

No ha sido la única rajada de Guardiola, que perdió las formas, por ejemplo, en el duelo ante el Liverpool de noviembre. En Anfield sí sufrió un batacazo (3-1) y cargó duramente contra el jefe de los árbitros del VAR, Mike Riley, por dos manos de Alexander-Arnold. Aquella derrota dejó al City a nueve puntos de los reds. Ahora marcha a 16.

La evasión de los árbitros

El sistema de la Premier tiene diferencias con el español. Su principal virtud es que es más rápido y el espectador puede ver las líneas del fuera juego casi de inmediato. El árbitro principal, sin embargo, no puede consultar las jugadas en una pantalla como sí se hace en España. La decisión la toma el asistente del VAR en la sala de imágenes y se la comunica al colegiado del partido.

José Mourinho ha sido uno de los más duros con el protocolo inglés. "Nos enseñaron que solo era para un error obvio. Se está aplicando mal. El VAR mata el juego. Solo debería valer si los 65.000 espectadores del estadio coinciden, pero no es así. Es una gran mentira", afirmó el preparador del Tottenham, que aboga, incluso, por un cambio de nombre. "Los árbitros ya no son árbitros. Creo que el VAR debería modificar sus siglas porque no es un ayudante del colegiado. Hay que eliminar la palabra 'assistant' porque son los auténticos árbitros".

"Ya nada es como antes"

Hasta Jurgen Klopp, el técnico del líder, critica esa evasión. "Ya nada es como antes. El árbitro ya no toma decisiones. Tenemos un grave problema aquí", apuntó el entrenador del Liverpool tras un empate contra el United. Más callado estuvo en su triunfo por la mínima del 29 de diciembre ante un Wolverhampton que empató con un gol anulado por una posición ajustadísima.

Los fueras de juego son el gran caballo de batalla de la Premier. Solo en la jornada del Boxing Day se acumularon quejas del Brighton, Norwich, Sheffield, Crystal Palace y Wolverhampton por situaciones que refuerzan la tesis de Aleksander Ceferin, el presidente de la UEFA, uno de los más críticos con el VAR. "Si tienes la nariz grande vas a estar siempre en fuera de juego. Además, las líneas las dibujan desde la sala. Es subjetivo. Nuestro propósito será dar un margen de 10 o 20 centímetros. Para mí no es correcto pitar un fuera de juego si lo es por un centímetro", dijo el dirigente esloveno.

"El árbitro no es un psiquiatra"

Ceferin no se detiene en ese aspecto. También apunta a las manos desvelando un experimento. En un encuentro con los mejores técnicos del mundo, el jefe del arbitraje de la UEFA, Roberto Rosetti, puso un vídeo con una posible mano que sometió a votación. "La mitad dijo que sí y la otra mitad, no. Es una regla que no está clara. ¡No sabemos nada! El árbitro no es un psiquiatra que sepa si lo has hecho a propósito o no".

A pesar de sus lamentos, el presidente de la UEFA no ve marcha atrás. "Me hubiera gustado que el fútbol se mantuviera como fue durante 100 años. No soy fan del VAR, pero si decimos ahora que lo quitamos nos matan", reconoce Ceferin.

Entre los países resistentes se encuentra Dinamarca, que introducirá un VAR muy light el próximo curso. Su idea es decidir en un máximo de 25 segundos con una media de una actuación cada tres partidos. "Nuestro sistema solo entrará en fallos clamorosos. No creemos que un fuera de juego por el dedo gordo del pie adelantado lo sea", resumió Michael Johansen, presidente de los árbitros daneses.