Rubén Baraja se enfrentará por decimoséptima vez al Real Valladolid, el representativo de su ciudad natal y, además, su club de formación y de debut en el fútbol profesional. Sus caminos se cruzaron en once partidos durante la trayectoria del excentrocampista como jugador, estando en el Atlético y, sobre todo, en el Valencia. Luego, tras colgar las botas en 2010, coincidieron en seis encuentros, ocupando Rubén los banquillos del Elche, Rayo y Sporting, con el que vivió la semifinal de la promoción de ascenso a Primera de 2018, con triunfo de la escuadra blanquivioleta. Antes de todo eso, Baraja creció en la cantera del Valladolid hasta su salto al filial, con el que se estrenó en Segunda B en 1993. En ese mismo año, un 18 de septiembre, Felipe Mesones le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo en un partido con el Sevilla en el estadio José Zorrilla. Su recorrido en el Valladolid fue de 44 encuentros. En suma, la conexión es lo suficientemente fuerte como para que considere el partido de hoy como una cita "especial". "Soy vallisoletano y no renuncio a mis orígenes", indicó ayer.