Otra victoria más para continuar como líder, una jornada menos para alcanzar el objetivo. Herido en su orgullo tras la derrota de la pasada semana contra el Nymburk, y aún con menos margen de maniobra tras haber ganado los checos el martes, el Iberostar Tenerife no titubeó y sacó adelante sin mayores problemas su visita al Gaziantep para seguir encaramado a la primera plaza del Grupo C. Placentera victoria contra un rival que, sin jugarse nada más allá de la honrilla, sí logró rehacerse al 0-8 inicial para tutear a los laguneros hasta el 26-26. A partir de ahí, sin embargo, entre la dirección de Huertas (que volvió a su mejor versión para acabar con 17 asistencias), la superioridad en la pintura de Shermadini (20 puntos con 8/10 en tiros de dos), la actividad en los dos lados de la pista de White, y el acierto global en el triple, los de Vidorreta fueron ampliando diferencias de manera paulatina (30-45) al descanso), para matar el choque de manera definitiva (4-24) en el arranque del tercer parcial (30-50) antes de afrontar el epílogo del duelo sin mayores sobresaltos.

En sobreaviso por algunos antecedentes, arrancó enchufado el Canarias (0-8), explotando el tiro a media distancia de Bogris, y aunque reaccionaron los locales, la superioridad de Shermadini con la entrada en escena de la segunda unidad, volvió a desequilibrar la balanza (13-18). Los de Markovic se agarraron al encuentro gracias a la chispa de Ogut y al pobre bagaje exterior de los aurinegros, que llegaron a estar un con un 1/8 en triples. Ahí el duelo pareció meterse en un peligroso intercambio de canastas (26-26), con los isleños demasiado blandos para cerrar su rebote. Pero lejos de caer e la trampa, el Iberostar se encomendó a su calidad individual para poner tierra de por medio: siete puntos de Díez y otros tantos de White para liderar un 4-19 que rubricaría Salin con un triple coincidiendo con la bocina del descanso (30-45). Desatado, el cuadro tinerfeño dio aún otro estirón a su renta justo a la vuelta de vestuarios (canasta de Shermadini y triple de Salin) para a un 30-50 (4-24) que no dejaba lugar a la duda.

Final que sobró

Con el trabajo ya adelantado, el Iberostar volvió a aprovechar otro momento de inspiración de Salin desde el arco (dos triples seguidos) para que su ventaja creciera hasta los 26 (39-65, 26'). Enorme diferencia y mucho tiempo por jugar con el partido más que sentenciado. Quizá por ello el choque se embarró por momentos, con faltas y roces innecesarios, y un hasta previsible descenso en la intensidad por parte de los laguneros, que aún así mantuvieron siempre su colchón por encima de la veintena (50-77, 34') gracias a un demoledor Shermadini cerca del aro y la perfecta dirección de Huertas, que con 17 asistencias se desquitaba, y de sobra, de su borrón del pasado sábado contra el Estudiantes. Con los menos habituales en la cancha y con Yusta comandando la última acometida isleña (61-88), el Iberostar -pese a los golpes recibidos por Salin en la rodilla izquierda y Guerra en la boca- confirmó su décima alegría del curso en la BCL. Salvo sorpresa, necesitará dos más para asegurarse la primera plaza. Con la versión de ayer no debería tener mayores problemas para lograrlo.