¿Cómo ve el clásico de este sábado en Las Palmas?

Cada vez que hablo de los derbis suelo ser optimista. Creo que tenemos posibilidades y voy convencido de que algo vamos a lograr. Espero que no nos volvamos con las manos vacías.

¿Cree que llega en buen momento para el Tenerife? ¿Ha pasado lo peor?

Hubiera sido mejor que no tocara en una semana con la Copa del Rey porque no queremos darle de lado a esta competición. Tenemos un partido el miércoles y, aunque no todos, habrá futbolistas que luego jueguen el sábado en Gran Canaria. Eso supondrá un desgaste que debemos afrontar. Pero aún así veo al equipo recuperando la autoestima y en condiciones de ser competitivo ante la UD Las Palmas.

¿Hay favorito?

No, en estos partidos no hay favorito. Puede ocurrir cualquier cosa, pero yo creo que Las Palmas va a estar más presionada que el Tenerife. Nosotros vamos a intentar pescar algo, pero ellos tienen la obligación de ganar. Creo que eso nos favorece.

En el derbi de la primera vuelta, el Tenerife prácticamente no alineó canarios. ¿Puede ayudar la presencia de más gente de la casa en el equipo ahora en la segunda vuelta?

Entiendo que sí. Todos los jugadores quieren sacar adelante este tipo de partidos, pero la gente de aquí tiene un plus. Lo han vivido desde pequeños y eso les hace crecerse. Lo quieren ganar. Vamos a tener ese sello canario en el equipo titular y creo que es positivo.

Coincidieron los dos presidentes el pasado mes de mayo en que estos partidos los gana el más necesitado. Ese vuelve a ser el Tenerife.

Indudablemente es así. Ellos tienen nueve puntos más y necesitamos sumar para entrar en esta dinámica ganadora. Vamos a ir a por todas en el partido, pero lo que espero es que logremos sumar algo.

¿Ganar en Las Palmas tendría un significado más relevante que cualquier otro partido y ayudaría al despegue del Tenerife?

Sería redondear la opinión que tenemos muchos de que va a despegar. Seguro que perderemos partidos a partir de ahora, pero también vamos a ganar los suficientes para seguir escalando posiciones hasta zonas más tranquilas. Lo que no me gustaría es que ganar el derbi supusiera un relajamiento de cara al Extremadura. Esa salida es muy importante, sin olvidarme el encuentro en casa con el Sporting, y lo que no quiero es que una victoria en Las Palmas traiga el pensamiento de que lo tenemos todo resuelto. Este es un partido más en nuestro camino, aunque tiene el plus de ser el derbi regional. Pero en cuanto al objetivo son tres puntos y la carrera no ha terminado. Hay que mantener la continuidad. Salir con más moral es una cosa y confiarnos es otra. Espero que los jugadores salgan ordenados, concentrados y con la intensidad de estas semanas. Pero ellos saben que el puesto final en la Liga no pasa por lo que se haga en Las Palmas.

Quizás es un derbi al que llega Las Palmas por encima de donde esperaba estar en la primera vuelta y el Tenerife, muy por debajo.

Yo creo que Las Palmas ha armado un proyecto para ascender. El nuestro era para luchar por los puestos altos de la clasificación. A ellos no le han salido las cosas del todo, aunque han mejorado resultados con la llegada de Jonathan Viera. Para ellos, ese fichaje fue una bendición. Ahora que no lo tienen se ha notado. En nuestro caso, las cosas no han salido bien. Yo esperaba otra cosa. A mí me gustaba el juego ofensivo del equipo, la apuesta por el sistema y la idea. Pero al no venir los resultados, eso es lo que por desgracia califica al entrenador. Tú no puedes despedir a la plantilla. Ya cuando vimos que habíamos perdido nuestro fortín, que perdíamos un partido tras otro, vimos el peligro. Estábamos preocupados, que no escandalizados, y eso nos llevó a hacer un cambio. Buscamos este perfil concreto de entrenador para cambiar la dinámica. Nos está costando porque el equipo tenía muy implantado el sistema de (Aritz López) Garai, pero creo que Rubén (Baraja) está haciendo un buen trabajo y, poco a poco, va logrando que el Tenerife juegue como él quiere.

Si mira a Las Palmas y compara, ¿en qué acertó Miguel Ángel Ramírez y en que no acertó Miguel Concepción?

Creo que debo hablar del Tenerife sobre todo. A nosotros no nos están saliendo las cosas ya desde la temporada anterior. Cambiamos entonces el director deportivo y reforzamos el equipo en el mercado de invierno para no sufrir. Pero no lo conseguimos. No acertamos con esos fichajes, que no nos dieron lo que esperábamos. Sufrimos mucho hasta el final. Y esta temporada vamos por el mismo camino. De lo que se trata es de optimizar al máximo lo que tenemos. Creo que no hemos logrado redondear una plantilla. Ahí está el ejemplo del lateral izquierdo, que hemos tenido tres. De hecho, el actual entrenador ha tenido que recurrir a Álex Muñoz, algo que ha mejorado esa faceta pero nos ha debilitado un poco la parte central de la defensa. Esta plantilla es el proyecto de Víctor Moreno, pero el entrenador (López Garai) también fue consciente y consentidor. Se ve que no acertamos y los resultados están ahí. Ahora lo que hemos intentado es corregir aquellos puestos que más señalados estaban. Teníamos una coladera por la banda izquierda y no tenemos gol. Hemos hecho dos matices, buscando ese delantero que nos aporte aquello que nos falta y ese lateral que nos ayude defensivamente.

¿Firmaría a estas alturas la permanencia?

Indudablemente. Cuando haces una primera vuelta que no te alcanza para la permanencia, en la segunda tienes que recuperar esos puntos que faltaron y llegar al puerto de los 50 puntos. Ahora mismo no puedes pensar en otra cosa. También es verdad que si logras cinco o seis victorias consecutivas te pones a pensar en el playoff. El Cádiz llegó a tener catorce puntos de ventaja y los ha perdido. Es una liga muy igualada, en la que pueden cambiar mucho las cosas. Pero nuestra situación es preocupante y tenemos que centrarnos en salir de ahí hacia zonas más tranquilas. Ya veremos si entonces podemos dejar de mirar para abajo.

Usted ha defendido la idea de aspirar a las seis primeras plazas. ¿Cree que había para más en esta temporada, que el rendimiento ha estado por debajo de lo esperado?

Si vas al presupuesto del club, tendríamos que estar séptimos u octavos. Y mira donde estamos. Algo no cuadra. Está claro que es fundamental lograr un bloque de jugadores que tengan hambre. Nosotros no lo hemos conseguido. Igual en lugar de fichas de 300.000 euros hacia arriba, de esas figuras, hay que ir a fichar jugadores de Segunda B y mirar hacia la cantera. A lo mejor ese es el camino. No lo sé. No seré yo el que decida eso, pero sea quien sea el que esté como director deportivo espero que acierte.

¿Cómo está el presidente después de estos meses de tanto ajetreo y tanta crítica, incluso con una junta en la que ha tenido oposición?

Estoy bien. Lo que no puedes es venirte abajo, siempre hay que transmitir esperanza. He pasado momentos difíciles, sobre todo porque estás mucho tiempo sin ganar en casa. Entiendo a la afición, a esos seis o siete mil que estarán con el Tenerife en la categoría que sea. Esa gente merece otra cosa. Y no voy a perder la esperanza de alcanzar la Primera División. Creo que será más pronto que tarde. Ahora toca salir de estos puestos, creo que lo vamos a hacer con el nuevo equipo técnico. La próxima temporada lo volveremos a intentar.

¿Queda Miguel Concepción para rato?

Por lo menos para este mandato, sí. Lo asumí y voy a cumplirlo, que nadie tenga dudas. Tengo respaldo suficiente para estar al frente del accionariado del Tenerife. Para la próxima, ya veremos.

¿Se le ha pasado por la cabeza arrojar la toalla?

Rotundamente no. Eso no se puede hacer. El proyecto deportivo es importante, pero aquí hay una magnitud de proyectos ahora mismo que hay que llevar con una gestión empresarial y yo me siento cualificado para sacarlos adelante. La Ciudad Deportiva no la puede llevar cualquiera, tiene que ser gente preparada. También queremos que coja velocidad de crucero la Fundación. Quiero cumplir lo que prometí cuando asumí este mandato. Tampoco escatimaremos esfuerzos en conseguir que funcione el aspecto deportivo.

Sacó usted con solvencia la Junta General de Accionistas, pero la alternativa que forman Corviniano Clavijo y José Miguel Garrido anuncia medidas. ¿Le preocupa?

Eso es una decisión que tomarán los accionistas cuando se convoquen las elecciones. Si tienen aspiraciones, tendrán que explicar su proyecto. Todo accionista tiene derecho a dar ese paso. Otra cosa es que consigas convencer al accionariado. Lo que está claro es que sus intervenciones sumar no suman. Pero si este es su modus operandi, lo respetaré aunque no lo comparta. Creo que este tipo de estrategias no le aporta nada al club.

El que dijo que, en caso de descenso, se plantearía pedir su relevo es otro accionista importante, como Amid Achi.

Él es libre de decidir. Puede que haya otra gente que se lo piense. Tampoco tengo decidido presentarme en las próximas elecciones. Lo que no pasa por mi cabeza es descender. De todas maneras, si esa situación se diera, ya estuve y salí. Yo no voy a abandonar el equipo. Voy a cumplir mi mandato. Yo no dejaría el equipo en Segunda B.

¿Ha sufrido mucho en el Heliodoro con los cánticos de "Concepción, dimisión?

Ese cántico ya se ha convertido en una parte del repertorio de un sector de la afición y yo lo respeto. Creo que tampoco suma porque es algo que desconcentra un poco a la plantilla. Ese camino continuado de "Concepción dimisión" no lo entiendo. Lo he hablado con los jugadores y me reconocen que les afecta. Pero insisto en que me toca respetarlo.

¿Ha tenido un efecto boomerang la decisión de las peñas de no acudir al Heliodoro?

Pienso que los presidentes estamos aquí de paso. Vendrán otras directivas, pero hay que estar siempre con el Tenerife. Abandonar al equipo en un partido resta, no suma. Son decisiones que respeto, pero creo que se han equivocado.

Recientemente ha anunciado el Cabildo que retirará parte del apoyo a la obra de la Ciudad Deportiva.

Este domingo estuvo la consejera Concepción Rivero en el partido. Estuvimos hablando, pero está aclarado. En el convenio se había incluido la posibilidad de adelantar dinero de partidas que no se habían construido, algo que podía propiciar reparos en intervención. Lo que se ha hecho es pagar lo ejecutado. En el 2019 no se gastó todo el presupuesto asignado y no se produjo el anticipo, sino que el dinero no utilizado pasó a la anualidad siguiente. No debe haber preocupación al respecto ni afecta a la marcha de la obra, que van en la fecha prevista. Hubo un parón de varios meses por un estudio geológico de la cimentación del terreno, se hicieron nuevos cálculos y ya está resuelto. Ahora la obra va a toda marcha.