El Tenerife se agarró a un gol tempranero y lo defendió hasta convertirlo en un triunfo trascendental. No se le puede pedir más a un equipo que, uno por uno, está lejísimos del potencial de rivales como el de ayer. El Girona tiene muchísimo donde elegir, para el once y para el banquillo. Otra cosa es lo que produce sobre el campo. Enfrente, el Tenerife se defiende como puede ante adversarios de este calado, mucho más cuando encuentra un gol tan pronto. Es curioso cómo en los cambios de dinámica se alinean también los detalles: el gol del Nahuel podría enmarcarse en el catálogo de regalos que ha hecho el Tenerife a sus rivales durante toda la temporada. Ahora, la tendencia se ha invertido. Martí colocó dos medio centros

para darle inicio al juego, ambos poco amigos del balón. La consecuencia, dos malas entregas consecutivas en pases sencillos, cerca de su propia área. Del segundo, se aprovechó el extremo argentino para encarar a Riesgo y batirle de tiro cruzado. Con solo 8 minutos disputados, el partido cambió de guion. El más necesitado, el Tenerife, pasó a verse examinado en la tarea de conservar.

El Girona asumió la necesidad de ir hacia delante a buscar el gol y fue ganando terreno según pasaban los minutos, hasta dominar la situación alrededor de la media hora de partido frente a un Tenerife ya en claro repliegue y con un cambio agotado, por una nueva lesión de Nahuel, que dejó su sitio a Elliot. Esta vez se fue, lógicamente, con otras sensaciones, las del deber cumplido.

En ese dominio gerundense, al Tenerife le costaba dar un paso al frente, porque los dos exteriores teóricos de Martí, Borja García y Jairo, uno tocando y el otro corriendo con el balón, enganchaban en zona interiores y acercaban a su equipo a Jonathan Soriano, que jugó en el balcón del área buscando asociarse con Stuani. Toda esa acumulación de jugadores por dentro permitía que los laterales Maffeo y Mojica ganasen mucho campo hacia arriba. El dominio visitante generó dos situaciones de verdadero peligro, un cabezazo de Diamanka que rozó el palo y un disparo de Stuani que buscaba la red pero al que se interpuso providencial Alberto. Nada más, de resto el Tenerife se hizo grande en su área, los centrales jugaron como una sola pieza contra Stuani y atajaron todas las vías del remate aéreo del uruguayo, todo el equipo corrió lo necesario para hacer ayudas y cerrar caminos.

La lucha contra el tiempo

El segundo periodo empezó con dos movimientos influyentes. A los 3 minutos, Baraja quitó a Jorge y metió a Íker Undabarrena, para poblar con tres hombres la zona central. Con ello, descubrió el escalón de la media punta. Martí reaccionó sacrificando a uno de sus medio centros (Diamanka) para dar entrada en esa zona a un verdadero jugador de balón (Jozabed). Una y otra cosa sumadas dieron como resultado que el Girona avanzara un paso adelante, empujado por el manejo del recién ingresado. El dominio gerundense fue a más, colocaron la línea de volantes cerca del área local y empezaron a ganar los rechaces para hacer segundas jugadas. Pudo marcar Brandon (61') que había entrado por el lesionado Jonathan, pero remató a las manos de Dani, y estuvo más cerca de empatar incluso Jozabed, cogiendo un rechace y disparando junto al poste (63').

El Tenerife buscó sus desahogos, tiró alguna contra, como la que lideró Suso a cuyo pase no llegó Dani Gómez por muy poco (66'), o una similar en la que el que se quedó con la miel en los labios fue Elliot. Todo lo demás, hasta alcanzar el tiempo reglamentario fue repliegue, trabajo en cada metro, ayudas, despejes de cabeza en el centro del área y mucho oficio, al calor de un Heliodoro comprometido con la causa de salvar a su equipo sin exigir más prestaciones, ni mucho menos alardes.

Baraja sacrificó a Suso y dio aire a la banda con Shaq; Martí en cambio quitó del campo a un ausente Borja y se dio el lujazo de poner en juego 15 minutos a Álex Gallar, dos cambios que evidencian el desequilibrio teórico entre una y otra plantillas. Por eso, y porque lo hizo trabajando, el triunfo del Tenerife tiene mucho mérito. Ha recuperado su fortín.

Ficha técnica:

1. CD Tenerife: Dani Hernández; Luis Pérez, Alberto, Carlos Ruiz, Alex Muñoz; Suso (Shaq Moore, m.75), Aitor Sanz, Luis Milla, Nahuel (Elliot, m.23); Jorge (Undabarrena, m.48) y Dani Gómez.

0. Girona FC: Riesgo; Maffeo, Ramalho, Miquel, Johan Mojica; Jairo, Diamanka (Jozabed, m.57), Borja García (Alex Gallar, m.74), Gumbau; Jonatan Soriano (Brandon, m.45) y Stuani.

Goles: 1-0. Min. 6: Nahuel.

Árbitro: Jorge Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). Amonestó a los jugadores locales Suso (m.29), Jorge (m.45), Luis Milla (m.51) y Alberto (m.70), y al visitante Ramalho (m.57).

Incidencias: Partido de la vigésima cuarta jornada de LaLiga SmartBank disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 9.461 espectadores.