El español Carlos Sainz (Mini) ganó ayer en coches la séptima etapa del Rally Dakar, disputada sobre 546 kilómetros cronometrados entre Riad y Wadi Al Dawasir, y abrió brecha respecto a sus rivales en la general, durante una jornada de luto por el fallecimiento del portugués Paulo Gonçalves, a causa de una caída. A pocos kilómetros de terminar, la organización del rally hizo oficial la muerte de Gonçalves, de 40 años. Pese a ser evacuado en helicóptero hacia el hospital de Layla, el portugués del equipo Hero MotoSports no pudo recuperarse de la parada cardiorrespiratoria sufrida tras su accidente, a la altura del kilómetro 276 de la especial del día.

Se cubrieron 741 kilómetros para firmar la etapa más larga de esta edición, que ya no solo se recordará por su estreno en Arabia Saudí. Gonçalves perdió la vida durante una etapa que finalmente fue para Kevin Benavides (Honda) al compensarle la organización el tiempo que perdió al detenerse para atender a Gonçalves (Hero). El argentino fue el más rápido en los primeros parciales de la etapa hasta que se encontró accidentado a Gonçalves, por lo que se detuvo para atenderle igual que hicieron Toby Price (KTM) y Stefan Svitko.

Mientras, Carlos Sainz completó una gran actuación en coches. El madrileño finalizó en 4:16:11, por delante del catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) en 4:18:23; el francés Stéphane Peterhansel (Mini), que había salido antes que ellos dos, no salvó la diferencia aunque al menos fue tercero (4:19:04). En la general, Sainz sigue líder merced a su tiempo de 27:49:14. Este buen resultado en Wadi Al Dawasir le funcionó para aumentar su distancia, ya que los propios Al-Attiyah y Peterhansel van segundo y tercero, respectivamente, a 10:00 y a 19:13. Fernando Alonso (Toyota) terminó en el sexto lugar, a 7:49 del ganador. El asturiano es decimoquinto a 3:26:02 de Sainz.