A la séptima fue la vencida. Hasta ayer, el Tenerife no había salido victorioso en ninguna de las tandas de penaltis a las que se enfrentó en partidos oficiales. El balance era de seis intentos sin éxito, siempre dentro de la Copa del Rey.

El primer revés lo sufrió en 1981 en una eliminatoria con el Deportivo en el Rodríguez López. Dos años más tarde fue el Güímar el vencedor en los lanzamientos desde los once metros. Ya en la siguiente década, la suerte cayó del lado del Mallorca (1993) y de la UD Las Palmas (1995). Los casos más recientes tuvieron lugar fuera de casa, en Elche (2008) y Gerona (2014). Hasta que ayer, Dani Hernández se convirtió en protagonista al parar dos disparos del Rayo Majadahonda. "Cuesta lo mismo pensar bien que pensar mal, y antes de los penaltis pensé que en las tandas, los porteros somos los que menos presión tenemos", contó Dani tras el partido. "En el primer lanzamiento no acerté con el lado, en el segundo me resbalé y no llegué, pero en los dos siguientes sí leí bien los tiros y pude sacar el balón", explicó esperando tener continuidad en las alineaciones. "Intento ponerle las cosas difíciles al entrenador con trabajo", dijo.