Tras dos semanas de parón -su último partido fue el 18 de diciembre-, regresa la Basketball Champions League para el Iberostar Tenerife. Lo hace el conjunto lagunero con una exigente salida, la que debe afrontar esta tarde a la cancha del Peristeri griego, ahora mismo con dos triunfos menos que el club aurinegro, pero que a expensas de un gran final de fase regular podría optar incluso a la primera plaza del Grupo C. Es precisamente ese el gran objetivo de los de Txus Vidorreta, el amarrar -y a ser posible cuanto antes- el liderato continental, factor fundamental para tener ventaja en los hipotéticos desempates de las futuras eliminatorias, y también con el fin de no llegar con demasiados apuros al terrible inicio de febrero.

Obligado cambio de chip, el del Iberostar, para tratar de iniciar una nueva racha triunfal como foráneo -los canaristas hilvanaron 16 victorias europeas hasta su derrota contra el Nhizny-, en el momento en el que el cuadro aurinegro que se apresta a afrontar, en las próximas semanas, un partido cada poco más de tres días. Un periodo en el que mucho tendrá que ver un equilibrado y acertado reparto de minutos. Ahí, y al margen de saber prolongar la superioridad de Shermadini, el momento de gracia por el que atraviesa Huertas, y la regularidad de Díez, entrará en juego la segunda unidad canarista, caso de López, Lundberg, Konate, al igual que Álex Suárez y Fran Guerra, que parecen haber perdido protagonismo en las últimas semanas.

El duelo también debería servir para que el técnico canarista recupere para la causa a Sasu Salin y Santi Yusta, el domingo fuera de combate por un virus. Eso, o tratar de darle el máximo descanso posible, una segunda opción que gana enteros toda vez que también ha viajado el canterano Alberto Cabrera. Eso sí, la presencia de los mentados titulares -si están con las piernas adecuadas- se antoja vital para hacer frente a un juego exterior ateniense en el que sobresalen, por su capacidad ofensiva, jugadores como Steven Gray (19 puntos tras el descanso en el duelo de la primera vuelta), William Hatcher y, el recién fichado, Isaiah Cousins. Hacer gala de la que por ahora es la defensa que menos puntos recibe en lo que va de competición (67,6 de media) parece la vía más directa para salir airoso de territorio ateniense.

Un rival con ambición

Además, en la pintura, el de esta tarde podría ser un choque para que tanto Georgios Bogris como el citado Fran Guerra -preservando en lo posible a Shermadini- tengan un notable protagonismo ante la necesidad de contener a rivales físicos como Kingsley Moses (10+10 en el Santiago Martín y segundo mejor reboteador de la BCL) y Yanick Moreira, campeón el pasado curso de la BCL con la Virtus. La llegada del interior angoleño es un síntoma evidente de la ambición de este Peristeri, que con cambio de entrenador incluido (Nikos Papanikolopoulos ha sustituido a Ilias Zouros), encadena tres triunfos continentales y además es cuarto en la liga griega. Argumentos suficientes, junto con el apurado 72-68 de la primera vuelta, para que el Iberostar no contemple ningún tipo de relajaciones en este regreso a Europa.