Cuarto con 33 puntos, a 9 del líder y 3 por encima del quinto clasificado. Así anda el Rayo Majadahonda justo en el final de la primera vuelta del Campeonato en el Grupo I de Segunda B. El rival del Tenerife en la Copa desmontó su plantilla casi por completo después del descenso. Sigue el incombustible Basilio en la portería, pero ha sumado una columna vertebral nueva con los centrales Charlie Dean y el tinerfeño Jesús Valentín; los medios Borja y Iago Díaz y el delantero Rubén Mesa, que acumula once dianas en lo que va de curso. Al frente de este nuevo proyecto ya no está Antonio Iriondo, ahora embarcado en la aventura india, sino Julián Calero. Su experiencia como entrenador en la categoría se reduce al Navalcarnero, donde ya realizó un buen papel. Ahora cumple el objetivo mínimo en la escuadra majariega, aunque su experiencia previa fue como ayudante. Sucedió durante el Mundial de Rusia 2018, donde acompañó a Fernando Hierro como asistente una vez se produjo la precipitada salida de Julen Lopetegui. Curiosamente, también formó parte del cuerpo técnico del vasco en el Oporto portugués. Calero, al que muchos destacan por su capacidad para armar tácticamente a sus equipos y contrarrestar al contrario, tiene el reto de dar el salto al fútbol profesional. La exigencia es alta, puesto que dirige a un recién descendido de Segunda. Curiosamente, el Tenerife fue uno de los conjuntos que precipitó la caída del Rayo al ser rival directo en las últimas jornadas y ganar en el Cerro del Espino.