Mathias Flak (16.42) y Johanna Ardel (20.22) se impusieron en la San Silvestre Lagunera 2019. Las calles del casco histórico de la ciudad Patrimonio de la Humanidad se llenaron de corredores en la última prueba deportiva del año en Canarias, que en este 2019 alcanzó su trigésimo octava edición.

La cita estaba organizada por el Organismo Autónomo de Deportes (OAD) del Ayuntamiento de La Laguna congregó, en el entorno de la Plaza de la Concepción, a más de 3.000 atletas inscritos.

Mathias Flak rápidamente se destacó en cabeza junto al también noruego Alexander Kirkeberg y Francisco José García. Al primer paso por meta, Flak era primero, seguido de cerca por Andreu Blanes. Tras ellos, Kirkeberg y Aday Salas. La primera mujer en ese momento del recorrido ya era Ardel, camino de su segundo triunfo en la San Silvestre.

Flak fue el primer participante en cruzar la línea de meta, con un tiempo de 16 minutos y 42 segundos. A 11 segundos entró Blanes y a 16 lo hizo Salas, completando el podio masculino. La primera mujer fue Ardel. El segundo puesto fue para la noruega Grehthe Tyldum (20.57), en tanto que Sonia Prieto fue tercera (21.11).

Miles de personas siguieron la cita, congregándose la mayor parte del público en la zona de la Plaza de la Concepción y calle Carrera. El buen tiempo acompañó al desarrollo de la última prueba deporte del año en Canarias.

El acto de entrega de premios estuvo presidido por Idaira Afonso, presidenta del OAD lagunero, que estuvo acompañada por la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de La Laguna, Margarita Pena; el concejal de Medio Ambiente y vicepresidente del OAD, José Luis Hernández; el presidente de la Federación Canaria de Atletismo, Alberto Hernández; y el triatleta olímpico lagunero Vicente Hernández, al que este año una lesión le impidió tomar parte en la prueba.

El trazado de la carrera, de 5.700 metros, constó de dos vueltas a un circuito eminentemente llano. El primer giro arrancaba en la Plaza de la Concepción, con paso por las calles Adelantado, Marqués de Celada, Plaza de Doctor Olivera, Herradores, Consistorio y Nava y Grimón.

A partir de este punto, ya en la Plaza del Cristo, se seguía por La Rúa, Cañaveral y Camino Las Peras, para volver de nuevo a la Plaza del Cristo. Entonces, se tomaba Viana, para seguir por San Agustín y Ascanio y Nieves, hasta volver a la Plaza de la Concepción.

En este punto se repetía el circuito anteriormente descrito en su parte inicial, concretamente hasta la calle Herradores con Viana, donde los corredores debían girar a la izquierda para tomar dicha calle y seguidamente Obispo Rey Redondo hasta la meta, en la Plaza de la Concepción.

Más de una hora de emoción

Las historias anónimas también jalonaron el desarrollo de la carrera pionera en Canarias -en 1982 aconteció la primera edición de la San Silvestre Lagunera, sin que desde entonces se haya dejado de celebrar-. Casi 65 minutos tardaron una madre y una hija en completar el recorrido de 5,7 kilómetros. Nada especial, si no fuera porque la progenitora había pasado un año en cama y tenía como reto terminar la carrera. La emoción embargó su entrada, y la de su hija, en la lagunera meta de la Plaza de la Concepción.