Llamados a ser, por calidad y experiencia, los líderes de un totalmente remozado Iberostar Tenerife, pocos podían imaginar, sin embargo, que la producción de Marcelinho Huertas y Gio Shermadini pudiera ser tan preponderante en influencia y tan superlativa en lo que a números se refiere. Una aportación tan grande que el base brasileño y el pívot georgiano van camino de marcar una época dentro de la Liga ACB. Y es que para encontrar una dupla de un base y un pívot nato cuyos guarismos sean tan buenos, hay que retroceder nada menos que 12 cursos, concretamente hasta el ejercicio 07/08, en el que Víctor Sada y Marc Gasol fueron dos de las principales piezas del, en aquel momento, todopoderoso y triunfante Akasvayu Girona.

La formada por Marcelinho y Gio no es, simplemente, una pareja de hacer números, ya que ambos aparecen siempre cuando más caliente se ponen los partidos, al margen de que ambos parecen entenderse a la perfección, especialmente en el pick and roll. Una asistencia (como la que recibió Shermadini y sentenció el triunfo contra el Betis) o bien una finalización del propio brasileño -con su clásico tirito a una pierna y contra tabla- cuando el poste está bien cubierto, son la acciones más habituales de esta sociedad que esta sociedad que viene dando cuantiosos beneficios al conjunto lagunero.

Números -fríos- en mano a Huertas y a Shermadini no los ha superado nadie en las 11 temporadas anteriores, un registro que los canaristas incluso podrían aumentar si, como ocurre en no pocos casos, su influencia se hace todavía más patente coincidiendo con el tramo más decisivo de la competición. Así, en esa comparativa con Gasol y Sada, habría que tener en cuenta que a estas alturas del campeonato los dos jugadores del Girona se movían en unos registros inferiores a los que ahora marcan los aurinegros: el pívot se iba hasta los 24,6 de valoración y el base se quedaba en 10,6 para un total de 35,2, muy por debajo de los 39,6 que acumulan en estos momentos los líderes canaristas, con el añadido de que estos pasan menos minutos en cancha que los dos catalanes. En la Champions, la pareja Huertas-Sherma también marca diferencias, ya que promedia 35,1 créditos en poco más de 48 minutos en pista.