¿Por qué lo hace?

Para ayudar; siento una fuerza interior que me lo pide... En este mundo solo tenemos una vida y no es bueno pensar en uno, sino calibrar qué se puede hacer por los demás. En este caso por los niños con cáncer.

¿Cuánto vale cada uno de los kilómetros solidarios que usted recorrerá el 31 de diciembre?

La voluntad. Yo no me he parado a pensar cuánto vale cada kilómetro. Al final valdrán lo que cada persona pueda o quiera dar, ¿no? Hay una cuenta abierta para hacer los ingresos, y eso es lo que irá a Pequeño Valiente.

El suyo no será un reto redondo si otros no se "rascan" el bolsillo, ¿no?

El ánimo y las muestras de cariño que he recibido en los últimos dos meses han sido muchas, pero ese esfuerzo es importante. Sobre todo porque algunos se han quedado solo en la vertiente deportiva del reto y no con su parte solidaria. En ese sentido, sí que puedo sentir una decepción que espero que se transforme en alegría cuando todo esto acabe.

Convenza con una frase a los que no creen en este tipo de iniciativas.

¿Con una frase?... Todos tenemos el deber moral de ayudar a los que más lo necesitan.

Aproveche la ocasión y de un empujón a la 'hucha' (indique, si quiere, el número de cuenta al que se pueden hacer las aportaciones) que acabará en Niños con Cáncer Pequeño Valiente.

Si me da esta oportunidad no le voy a decir que no: la cuenta bancaria (La Caixa) en la que se pueden realizar los ingresos es ES87 2100 6724 5102 0022 8958.

¿Usted también colabora con una ONG que está tratando de hacer realidad los sueños de un montón de niños la madrugada del próximo 6 de enero?

Es una asociación del sur de la Isla (Valito Abajo) que ayuda a niños, hijos de personas con problemas de drogas, que no tienen posibilidad de vivir una noche de reyes. Dar un regalo a un niño que sé que el 6 de enero, en circunstancias normales, no lo va a tener es un sacrificio que está al alcance de mi mano y de otras muchas personas como yo...

Su corazón a nivel deportivo va como un reloj, pero en lo solidario tampoco va mal...

Mi aspecto transmite más agresividad de la que llevo en mi interior, pero los que me conocen saben cómo soy. Esos saben que me cuesta muy poco echar una mano, ya sea para ayudar en una mudanza o subir al monte a colaborar en apagar un incendio. De hecho, ese fue mi primer gesto solidario: sin tener ni idea me fui a La Esperanza (El Rosario) la última vez que se prendió fuego... Lo único que pensé entonces fue en cómo podía ser útil, no en los 15 años que tenía.

¿Cómo nació esta locura?

El 28 de diciembre de 2018, en un entrenamiento que hice junto a un amigo en el Teide y en medio de una conversación. Al final acabé sobre una piedra contando esta idea a mi compañero (Juan Pedro). Lo de acabar una Transvulcania o una Santa Cruz Extreme está bien, pero compartir ese reto con aquellas personas que más lo necesitan debe ser una satisfacción doble.

¿También tendría la oportunidad de elegir un reto algo más sencillo?

Sí (ríe)... Eso es lo que casi todos me dicen. "¡Búscate una cosa algo más tranquilita!", repiten.

¿Atravesar el Parque Nacional del Teide

Tentar la gripe y algo más. El ascenso al Teide lo empezaré sobre las dos y media de la mañana (el 31 de diciembre). Sé que habrá temperaturas bajo cero, y esa, sin duda, será la parte más dura de este reto. Ya he tenido la oportunidad de correr allí a -3ºC y -4ºC y le aseguro que no es nada cómodo.

Y como no eran suficiente casi 100 kilómetros, la San Silvestre lagunera de "propina"...

Podía haber elegido alguna ruta de salida por Anaga más corta, pero me apetecía llegar a los 104 kilómetros y disfrutar los últimos cinco por las calles de La Laguna.

¿Las piernas van bien, y la cabeza?

En las carreras de más de 50 kilómetros la cabeza debe funcionar mejor o igual que las piernas... Con los pensamientos que tienes en la cabeza, los buenos y los malos, debes construir un castillo que no se derrumbe hasta cruzar la meta...

¿Este tipo de pruebas las suelen ganar los "cabezones"?

Si no aparecen problemas con la comida -en 17 horas tendrá que ingerir 120 gramos de carbohidratos cada 60 minutos- y bebes lo justo, la cabeza se controla más o menos bien.

¿Dónde piensa desayunar el martes?

Iré 'picando' algo mientras corro, pero el desayuno desayuno calculo que será en El Portillo.

¿Y almorzar?

En Las Lagunetas...

¿Las uvas de 2020 no las va a olvidar fácilmente?

No, yo creo que me acordaré un poco durante la cena con mi suegro. Este año toca en su casa...

¿Tampoco las agujetas?

Solo pido un bidón con hielo en La Laguna para meter las piernas; en casa ya me las arreglo con unas cholas.

¿Qué le dice su mujer de esto?

Tengo una mujer que no me merezco... Aguanta carros y carretas. Hay días que digo que salgo a entrenar dos horas y vuelvo cuatro o cinco después... Tenemos las cosas de todas las parejas, pero la montaña engancha: una vez estás allí pierdes la noción del tiempo.

¡Suerte!

Gracias a ustedes por hacer visible este reto tan bonito...