El partido que este viernes a las 20:00 horas deberían disputar Deportivo de La Coruña y CD Tenerife está en riesgo. El mal estado del terreno de juego y las lluvias han puesto en alerta al árbitro y a los dos clubes. De momento, es solo una posibilidad. Pero el peor escenario, el de la suspensión, ya está sobre la mesa.

Fuentes del club insular apuntan a la conveniencia de agotar cualquier posibilidad de que el encuentro se juegue, tanto por el desplazamiento ya realizado como por la metamorfosis que sufrirá próximamente el rival, al que podría beneficiar el aplazamiento a la espera de un cambio de entrenador y de una intervención considerable en su plantilla desde la apertura del mercado de invierno.

El Deportivo envió ayer un informe realizado por la empresa encargada del cuidado del césped alertando sobre el estado del mismo. Al recibirlo, el Comité Técnico de Árbitros alertó a Vicandi Garrido.

El equipo arbitral que comanda el vasco ha visitado el estadio de Riazor para comprobar el estado del terreno de juego, que se encuentra en malas condiciones por las lluvias caídas en esta última semana sobre La Coruña, y por la celebración del Bergantiños-Sevilla hace solo 48 horas.

A su salida, el cuadro arbitral no realizó ninguna apreciación que pudiera indicar cuál será su decisión respecto al encuentro. Aún así, fuentes consultados confirman que por el momento el partido del representativo contra el Deportivo se mantendrá, si bien está previsto una nueva inspección a las 18:30 horas en las que analizar si la situación ha empeorado tanto en el terreno de juego como en las propias inclemencias meteorológicas.

En las próximas horas se tomará una decisión definitiva, aunque la intención es apurar cualquier opción de que el partido se dispute tal y como recoge el Reglamento de la RFEF: "el árbitro ponderará tales circunstancias según su buen criterio, procurando siempre agotar todos los medios para que el encuentro se celebre o prosiga".