Salvo inesperado contratiempo, Sasu Salin y Fotis Katsikaris se convertirán esta tarde en el decimocuarto jugador y el primer entrenador que afrontarán un derbi en la ACB desde las dos orillas canarias. El finés ya disputó cinco duelos regionales en las filas del Granca, unos partidos en los que el escolta recuerda que "la afición se volvía un poco loca". "Este tipo de encuentros es un poco más especial para los españoles y los jugadores canarios, pero sé perfectamente de su importancia", explica el de Helsinki, que se une a una nómina con 14 antecedentes: Antonio Saucedo, Ken Johnson, Fotis Lampropoulos, Juan Méndez, Richy Guillén, Ian O'Leary, Pepón Artiles, Dan Kickert, Xavi Rey, Carl English, Fran Vázquez, Javi Beirán y, por último, el argentino Nico Brussino.

Un Salin que además tiene la oportunidad para desquitarse de los pobres derbis que firmó en el bando claretiano: en sus cinco choques nunca pasó de los seis puntos, promediando 3,6. Momento ideal para redimirse y, de paso, ayudar a lograr "el primer objetivo de la temporada, jugar la Copa". "Si ganamos los dos partidos de casa estaremos muy cerca". "Venimos jugando de manera muy colectiva, solo necesitamos seguir esta línea", apunta Sasu.

El de hoy será un partido caliente fuera y dentro de la cancha. Una prueba para que Salin evite pequeños roces con los colegiados que se han convertido casi en habituales. "Tengo una gran boca y siempre quiero decir algo", comenta el canarista en tono bromista, dejando claro que "no hay ningún problema" con los colegiados, "solo la tensión de los partidos". Pero, ¿y las técnicas por flopping en los bloqueos? "Siempre hay contacto", deja claro el escolta.