El miércoles 16 de septiembre de 1987, Mensajero y Tenerife se enfrentaron por primera vez en un encuentro de la Copa del Rey. La segunda eliminatoria de la edición 1987/88 de esta competición, disputada a doble partido, llegó al estadio Silvestre Carrillo, de la capital palmera, para la disputa de un duelo provincial que concluyó con el triunfo rojinegro por 3-2.

El Tenerife, recién ascendido a Segunda División de la mano de Martín Marrero, se midió con un Mensajero que había quedado quinto la temporada anterior en Tercera. Tras caer en la ida, los blanquiazules pudieron seguir adelante al imponerse por un contundente 6-0 en el Heliodoro.

Para la visita a La Palma, Martín Marrero alineó a Celestino, Isidro, Julio (Tenerife Aficionado), Pedro Martín, Camacho, Salvador, Tata, Bartolo, Eduardo, Luis Delgado y Rommel. Participaron como suplentes David y Marcos, ambos del equipo filial blanquiazul.

Por su parte, los locales, entrenados por Manolo Acosta, formaron de inicio con Pedro José, Ferocha, Joaquín, Falo, Servando, Juan Carlos I, Suso, Molo, Ayala, Roberto y Paquito. También tuvieron minutos Juan Carlos II y Tena.

El encuentro, programado para las seis de la tarde, estuvo marcado por la remontada de un Mensajero que llegó a tener dos goles de desventaja. Tata y Rommel anotaron para el Tenerife antes de la media hora de juego, pero los rojinegros reaccionaron tras el descanso y terminaron venciendo gracias a los tantos de Paquito y, en dos ocasiones, de Ferocha.

El Silvestre Carrillo registró menos de media entrada de público. La recaudación en las taquillas fue de unas 400.000 pesetas (equivale a unos 66.000 euros) y los gastos de arbitraje (pitó el grancanario Sosa Saavedra), compartidos por los dos equipos, de 123.714.

El Tenerife acabó quedándose fuera de la Copa a manos del Barcelona Atlético en la cuarta ronda.