La selección española femenina de balonmano no pudo culminar el sueño y tuvo que conformarse con la medalla de plata en el Mundial de Japón, tras perder este domingo por 29-30 ante los Países Bajos con un gol de penalti en el último segundo de Lois Abbingh. La manera más cruel de acabar con las esperanzas del conjunto español, que soñó con colgarse su primer oro mundial, tras protagonizar una épica remontada en la segunda mitad, que permitió a las Guerreras pasar de perder por cinco goles (16-21 y 17-22) a llegar a los últimos segundos con empate en el marcador (29-29) y posesión del balón.

Pero la portera neelandesa Tess Wester detuvo el lanzamiento de Alexandrina Cabral, en una jugada que no pudo tener peores consecuencias para el equipo español, ya que en su intento de evitar que la guardameta de los Países Bajos pusiera rápidamente el balón en juego fue sancionada con tarjeta roja y penalti. Lanzamiento de siete metros que Lois Abbingh no desaprovechó para acabar con el sueño español con un gol (29-30), que permitió a los Países Bajos coronarse por primera vez campeona del Mundo.

Un título universal por el que España pareció pujar fuertemente de inicio, gracias a la espectacular puesta en escena de las de Carlos Viver, que como ha ocurrido a lo largo de todo el campeonato tuvieron claro desde el principio de que la clave para poder derrotar a la pujante selección de los Paíse Bajos pasaba por defender, defender y defender.