Desde el pasado jueves en Gran Canaria y desde ayer en la provincia de Santa Cruz, todos los colegiados están llevando a cabo una protesta en la que, con un minuto de silencio en los primeros compases de juego, se pretende mostrar la disconformidad y rechazo ante las conductas violentas que han sufrido los árbitros en las últimas fechas. Desde la tarde de ayer, momento en el que arrancó la jornada en fútbol base, los colegiados detuvieron el choque entorno al minuto cinco de juego. En Valleseco, Óscar Sánchez Arias no solo detuvo el encuentro de benjamines, sino que le explicó a los menudos el por qué de la protesta.