Una oportunidad única para recuperar la solvencia lejos del Santiago Martín. Tras haber mostrado durante algo más de un mes una enorme fiabilidad a domicilio, el Iberostar Tenerife encadena ahora tres derrotas como visitante, dos de ellas en la Liga Endesa, tropiezos que han dejado a los de Txus Vidorreta sin gran margen de maniobra en su propósito de colarse en la Copa del Rey de Málaga. Y para poner fin a esta minirracha, nada mejor que doblegar a un rival directo como el Morabanc Andorra, en la actualidad con el mismo balance que los aurinegros, pero con mejor average particular (+25 frente a +1), otro de esos factores venido a menos en el cuadro tinerfeño y al que bien harían en atender los laguneros hasta el ecuador (otras tres jornadas más) de la fase regular.

Llegan los isleños a este duelo, tal y como ha reconocido Vidorreta, con "la duda hasta el último momento", de Huertas, al que no le remiten las molestias físicas que arrastra desde hace un par de semanas y que ya hicieron ser baja el martes contra el Nizhny Novgorod. Ante la posible ausencia del brasileño, el preparador canarista sí podrá contar esta vez con Iffe Lundberg -no estuvo en Champions por paternidad- junto a Álex López en el puesto de uno. Dos alternativas más que válidas al de Sao Paulo -que de jugar disputaría su partido 500 en ACB-, pero a la vez banco de pruebas para demostrar que este Iberostar no posee dependencia de la aportación del brasileño. En la lista de novedades aparece igualmente Georgios Bogris, de vuelta a la nave aurinegra para que no se resientan los minutos de gran calidad de Shermadini. "Uno de los nuestros", definió ayer Txus al poste griego, cuya presencia también podría suponer la salida prematura de Darion Atkins, muy por debajo de lo esperado hasta el punto de que, directamente, no ha contado para su técnico en los dos últimos encuentros.

Si bien ya ha reconocido que su visita a Andorra significará para él "un partido normal", lo cierto es que el de esta tarde pinta como un duelo propicio para que Gio Shermadini vuelva a resultar determinante. Y es que al margen del buen momento del georgiano (promedia 19 puntos y 8,3 rebotes para 28,3 de valoración en los últimos tres encuentros), el interior canarista debería hacerse fuerte ante el desguarnecido juego interior de los locales. Así, Ibon Navarro no dispondrá de Moussa Diagné (fractura por estrés en un pie) ni de Bandja Sy, ambos teóricos titulares; ni tampoco de Tyson Pérez, notable rotación, sobre todo en el rebote.

Sin desmerecer al resto de postes del cuadro andorrano (y recordando la fortaleza de los andorranos en el rebote cuando actúan como locales), Vidorreta insistió ayer en la calidad que su rival de hoy posee "en la línea exterior". Desde "Senglin, Hannah y Massenat, atléticos, con capacidad para desbordar en el uno contra uno y buenos tiradores", hasta "Jelinek, Todorovic y Walker, que están en muy buen estado de forma y con mucha puntería". Todo, en un perímetro que en global "posee una gran capacidad de anotación". "Ese debe ser el primer focus a controlar", recalca el bilbaíno como factor determinante en busca de la que sería su octava victoria liguera.