¿Cómo marcha la era Baraja ?

Adaptándonos bastante bien. Su manera de entrenar es un poco diferente a lo que veníamos haciendo. En los aspectos tácticos, esta semana nos ha dado mucho margen. La pasada fue todo muy rápido. Estamos insistiendo en los conceptos que quiere Baraja y el equipo los está cogiendo bien.

¿Qué impresión se ha llevado?

Es una persona que parece muy seria a primera vista, pero luego es un tío normal, una persona cercana. No pone ninguna pantalla. Es sincero. Se puede hablar con él perfectamente. Tiene muy claro lo que quiere para el equipo y lo que tenemos mejorar. Encima tiene mucha experiencia a pesar de ser joven. Nos puede dar un plus.

¿Qué significa para usted que él jugara en su mismo puesto?

Fue un jugador muy importante, incluso a nivel de selección. Ese doble pivote con Albelda fue histórico. Todo el mundo lo recuerda, sobre todo en Valencia. Vi jugar a Rubén Baraja muchas veces.

¿El equipo cambiará mucho?

Tenemos una serie de cosas que hacemos muy bien, como llevar el balón a la zona de tres cuartos. Creo que eso no se va a tocar. Luego hay otros detalles que sí van a cambiar: vamos a intentar ser un equipo más aguerrido para que nos generen pocas ocasiones y más vertical en las transiciones.

Llevará su tiempo.

Las cosas no surgen de un día para otro. Aunque tenemos gente joven, todos hemos trabajado alguna vez este tipo de conceptos. Poco a poco los iremos cogiendo. El tema es afinar esas situaciones para sacarles partido lo más rápido posible. Pero todavía queda mucha Liga. Habrá tiempo de sobra.

¿Qué pasó en La Rosaleda?

Hicimos cosas que Baraja quería, pero habíamos trabajado muy poco tiempo con él. Salimos un poco dubitativos al campo. A raíz del primer gol nos centramos un poco más, pero el penalti nos machacó.

Es lo que tiene el VAR.

Pero los errores también aparecen aunque haya VAR. El fútbol es un poco más justo con esta herramienta, porque los errores groseros ya no se dan, pero los humanos nos equivocamos; y aunque haya una máquina de por medio, siempre va a aparecer el error.

Volvamos al estilo. ¿El equipo podría perderse en la búsqueda?

No lo creo. Somos un equipo que se adapta bien. Vamos a coger rápido la idea del míster. Tenemos una identidad propia como equipo. Lo que queda de Garai, la manera de llegar, no lo vamos a perder. Eso lo hacemos muy bien. Y con Baraja creo que lo vamos a seguir haciendo. Luego, quiere que seamos un equipo más aguerrido, competitivo e incisivo. Es un cambio que vamos a interiorizar.

¿Queda margen de mejora?

Estoy seguro de que existe, tanto a nivel colectivo como a nivel individual. Hay muchos futbolistas lesionados, jugadores muy importantes para nosotros, pero, en general, el nivel de confianza que tenemos ahora es bastante bajo; y a pesar de todo ello hacemos muchas cosas. Cuando encadenemos un par de victorias, ese nivel de confianza va a subir y el futbolista se va a desarrollar en plenitud. Ahí se va a ver el tipo de equipo que somos, un Tenerife difícil de batir.

¿La clasificación pesa mucho?

Es evidente que la posición lastra. Por eso digo que el nivel de confianza no es óptimo. El lugar en la tabla, la sensación de que no terminamos de enganchar dos victorias, lo que nos cuesta llevar un partido adelante... Todo eso le pesa al futbolista y por eso no terminamos de dar lo mejor de nosotros. Pero con la idea del nuevo entrenador y el trabajo de todos, saldremos adelante. Seguro. Los niveles de rendimiento se van a elevar y el margen del equipo va a subir.

El sábado vuelven al Heliodoro, donde solo han ganado un partido, el primero. Todo un misterio.

Pero cuando algo se repite mucho en el tiempo, debe tener una explicación o algún componente en común. Es poco habitual y extraño en este club, y a nosotros nos pesa mucho, porque jugar en casa siempre ha sido un extra aquí. Perder o empatar ante nuestra afición es doloroso. Pero tenemos que seguir remando y mirar adelante, con confianza y creyendo que este sábado vamos a conseguir la victoria y a frenar esa mala racha.

Justo viene el único club que no ha perdido fuera, el Alcorcón.

Las estadísticas están para que se rompan. Ese dato es un indicativo de que el Alcorcón es un equipo fuerte fuera de casa y sólido defensivamente. Además, trabaja bien los contragolpes, no arriesga... Hay que tener todo eso muy en cuenta.

Han pasado muchas cosas últimamente. ¿Qué supuso para usted el despido de Aritz López Garai?

Nunca es plato de buen gusto. En este caso, estábamos bastante identificados tanto con él como con su manera de trabajar, pero los resultados son los que son y, lamentablemente, en el fútbol cuenta lo inmediato y lo clasificatorio; y está claro que estos factores no estaban siendo todo lo óptimos que debían ser. Desde el club se tomó esa decisión y ya es agua pasada; hay que pensar en el día a día y trabajar lo mejor posible.

¿Qué mensaje lanzaría?

Supongo que la gente está preocupada y dolida. Desde luego, nosotros también lo estamos. Pero veo al equipo entrenar y a los futbolistas trabajar, veo la capacidad que tiene cada uno de ellos y noto su compromiso, y estoy completamente seguro de que vamos a dar una mejor versión individual y que todo eso se va a traducir en una mejor versión colectiva, y que vamos a salir de esta situación.

¿Sería partidario de ser más drástico y situar el objetivo de esta temporada en la permanencia?

No le puedo decir a la gente que el objetivo va a ser llegar a los 50 puntos y que no pida más. No le puedo decir eso a la gente, y nunca lo voy a hacer. Mi mensaje sobre objetivos ha estado siempre claro: ir semana a semana. No me gusta poner la meta en el mes de junio. Para llegar bien ahí, hay que hacer las cosas bien cada semana. Está claro que el equipo no está para pensar en cotas mayores, sino para intentar ganar al Alcorcón y hacer lo mismo la semana siguiente, sin pensar en nada más. Si no, lo único que conseguiremos será distraernos, que nos entre ansiedad y que no desaparezca esa frustración que hace que las piernas se arruguen, la mente se atenace y no expresemos toda la capacidad que tenemos como futbolistas. Tenemos que centrarnos en el día a día y que luego la gente ponga su foco donde crea.

Hábleme de su aportación. Viene de jugar tres partidos completos por primera vez en esta Liga.

No tengo ningún problema físico, estoy encantado, no puedo pedir más. Debo intentar continuar así, elevar un poco el rendimiento, si es posible, y ayudar al grupo a sacar los partidos adelante.

¿Se ve manteniendo la función actual de pivote defensivo o cree que recuperará su anterior papel?

Depende del sistema y de la manera de jugar. A lo mejor con López Garai jugaba en una parcela más retrasada, ayudando en la salida del balón y estando pendiente de las vigilancias y tácticamente más atento. Ahora, con Baraja, creo que jugaré también de sostén, pero a lo mejor un poco más equilibrado entre los dos pivotes. Sería algo similar a lo que venía haciendo en temporadas anteriores.

Ahí sigue tirando del carro en el campo con Suso, Carlos Ruiz... Como hace seis temporadas.

Intentamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible, ayudando al resto de compañeros, tratando de que no nos desviemos de la senda, transmitiendo tranquilidad, leyendo ciertas situaciones que ya hemos vivido y que son repetitivas en ciertas temporadas... Y luego, en el terreno de juego, transmitimos energía cuando es necesario, calma cuando también hace falta y experiencia para indicar a los más jóvenes cómo actuar en cada momento. Damos lo mejor de nosotros, como hemos hecho siempre.